Bajo el patronazgo de San Juan de la Cruz, la Viceprovincia lleva su nombre como guía espiritual y bandera. Su historia entrelaza capítulos de fe y amor que siguen iluminando vidas, como aquel hogar de niños que las hermanas dedicaron al santo al llegar a Argentina. En un tiempo donde apenas se conocía su figura, ellas eligieron que su mensaje llegara a más corazones.
San Juan nos habla de un amor que cautiva y trasciende fronteras: "Buscando mis amores iré por esos montes y riberas; ni cogeré las flores ni temeré las fieras; y pasaré los fuertes y fronteras." Este amor osado nos une a Cristo y nos invita a vivir en Él.
A través de la Noche
San Juan de la Cruz nos guía por la "Noche Oscura", ese camino de transformación que, aunque difícil, nos lleva a una unión más íntima con Dios. Su enseñanza es un faro de esperanza que nos invita a abrazar nuestras propias "noches" con fe.
Un poco de historia
En 1910, seis valientes hermanas llegaron a Villa Mercedes, San Luis, trayendo consigo la semilla de un sueño. Las primeras comunidades dependían de la casa general en España, pero pronto surgió la necesidad de caminar con mayor autonomía.