¿Quién soy? y ¿para qué vivo?, ¿hacia dónde voy?

El pasado domingo celebramos la fiesta del Bautismo de Jesús. Su bautismo nos revela el misterio de Jesús: quién es; y cuál es su misión. Jesús es presentado como Hijo amado de Dios; Jesús es ungido por el Espíritu para cumplir su misión de salvarnos.

Contemplando a Jesús bautizado podemos también nosotros renovar la gracia de nuestro propio bautismo. Sobre todo podemos profundizar en dos preguntas profundamente humanas y existenciales: ¿quién soy? y ¿para qué vivo?, ¿hacia dónde voy?

Unidos al misterio del bautismo de Jesús cada uno debe escuchar en su corazón lo voz del Padre que dice: “Este es mi Hijo muy querido”. Por el bautismo cada uno de nosotros recibió la gracia de ser hijos amados de Dios

Descubrirnos como hijos amados de Dios nos ayuda a comprender quienes somos. Debo reconocerme como hijo amado de Dios, valioso a sus ojos. Que esta verdad de fe nos ayude a mirarnos de un modo nuevo, a aceptar aquello que nos cuesta de nosotros mismos. Puede ayudar detenerme en estos días y pensar que soy obra de Dios, que Él me ha dado la dignidad de ser su hijo.

El bautismo señala para Jesús el inicio de una misión, comienza su vida pública. También nosotros debemos preguntarnos cuál es la razón última de nuestro vivir. Preguntarse por la vocación es una pregunta profundamente humana que le da sentido y dirección a la vida. Una pregunta ahogada por otros valores que nos quitan fuerza y vitalidad.

Quien descubre para qué vive y cuál es su misión en esta vida puede enfrentar un camino de plenitud y felicidad, puede renunciar a lo que no va de acuerdo a sus elecciones, puede superar obstáculos y gozar de aquello que sale bien.

Preguntamos por la dirección de nuestra puede ayudarnos a enfrentar renovadamente el año que hemos comenzado: ¿a qué me invita el Señor en este año? ¿qué misión me encomienda Él en su providencia?

¿Quién soy? y ¿para qué vivo?, ¿hacia dónde voy? Preguntas que puedo responder desde mi Bautismo.

Soy hijo amado de Dios esa es mi dignidad, soy llamado a ser su instrumento.