La persona, hoy se queja de incomunicación y tiene miedo a la soledad. Algunas son profundamente superficiales, son como un archivo de cosas, de noticias, como una computadora que tiene todo archivado, pero que únicamente tiene el dato. Esas personas se relacionan dando datos. No saben comunicarse en serio porque no tienen interioridad. Viven el drama de una vida vacía e incapaz de una relación profunda.
Tienen que salir de esa superficialidad y entrar en su ser-dentro, para encontrar en su interior toda esa felicidad que llevan adentro y que andan buscando afuera sin encontrarla. Tienen que nacer de nuevo, como diría Jesús a Nicodemo.
¿Cómo hacer para encontrar esa interioridad? ¿Quién nos puede servir de modelo?
Jesús es el hombre que vivió la soledad y la relación con los demás con armonía, con unidad. Jesús integró a Dios y a los hombres en su vida e hizo una unidad gozosa.
Jesús es el hombre de la soledad. Los días son para el trabajo, pero Jesús busca en la noche un lugar de soledad que lleva dentro a Dios su Padre. Se retira al monte, en el silencio de la noche ora a su Padre Dios
Haciendo soledad en su interior, entra en comunicación con su Padre.....
Como carmelitas, podemos sugerir esta corta reflexión y encontrar posibles respuestas a estas situaciones en que vivimos y que nuestra sociedad nos presenta. Tenemos la espiritualidad de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. La hondura espiritual de estos santos carmelitas que entregaron a la iglesia su experiencia y doctrina de la oración, la queremos compartir humildemente con quienes buscan interioridad y felicidad en su vida.
En el libro de Sta Teresa de Jesús, las “Moradas”, (Moradas primeras: 1,2 y 3) explica de una manera clara y sencilla esta vivencia y experiencia que la hizo encontrarse con la verdad de un Dios que da el pleno sentido de la vida.
Las Carmelitas Misioneras, herederas de este patrimonio espiritual bebemos de la Fuente Viva y deseamos que muchos hagan esta experiencia, es por eso que les ofrecemos este video donde muy sencillamente damos a conocer algunos rasgos de nuestra espiritualidad.
Tienen que salir de esa superficialidad y entrar en su ser-dentro, para encontrar en su interior toda esa felicidad que llevan adentro y que andan buscando afuera sin encontrarla. Tienen que nacer de nuevo, como diría Jesús a Nicodemo.
¿Cómo hacer para encontrar esa interioridad? ¿Quién nos puede servir de modelo?
Jesús es el hombre que vivió la soledad y la relación con los demás con armonía, con unidad. Jesús integró a Dios y a los hombres en su vida e hizo una unidad gozosa.
Jesús es el hombre de la soledad. Los días son para el trabajo, pero Jesús busca en la noche un lugar de soledad que lleva dentro a Dios su Padre. Se retira al monte, en el silencio de la noche ora a su Padre Dios
Haciendo soledad en su interior, entra en comunicación con su Padre.....
Como carmelitas, podemos sugerir esta corta reflexión y encontrar posibles respuestas a estas situaciones en que vivimos y que nuestra sociedad nos presenta. Tenemos la espiritualidad de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. La hondura espiritual de estos santos carmelitas que entregaron a la iglesia su experiencia y doctrina de la oración, la queremos compartir humildemente con quienes buscan interioridad y felicidad en su vida.
En el libro de Sta Teresa de Jesús, las “Moradas”, (Moradas primeras: 1,2 y 3) explica de una manera clara y sencilla esta vivencia y experiencia que la hizo encontrarse con la verdad de un Dios que da el pleno sentido de la vida.
Las Carmelitas Misioneras, herederas de este patrimonio espiritual bebemos de la Fuente Viva y deseamos que muchos hagan esta experiencia, es por eso que les ofrecemos este video donde muy sencillamente damos a conocer algunos rasgos de nuestra espiritualidad.
Animense, veanlo, oren con sus imagenes, escuchen su música y por qué no, hagan sus comentarios.
Hna Mª Esther Blanchoud, cm
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