Las cuatro Carmelitas Misioneras aureoladas con la palma martirial son: Hna.Esperanza de la Cruz (Teresa Subirá Sanjaume) nació en Ventolá, Gerona, el 27 de febrero de 1875. Hna. Refugio de San Ángelo (María Roqueta Serra), nació en Gabarra, Lérida, el 20 de abril de 1878. Hna. Daniela de San Bernabé (Vicenta Achurra Gogenola), nació en Berriatúa, Vizcaya, el 5 de abrl de 1890. Hna. Gabriela de San Juan de la Cruz (Francisca Pons Sardá), nació en Espluga de Francolí, Tarragona, el 18 de julio de 1880.
Procedían de dos comunidades: las dos primeras, del Colegio de Vilarrodona en Tarragona, mientras que las dos últimas pertenecían a la comunidad de la Casa Madre de la Congregación en Gracia, Barcelona (España). Las cuatro Carmelitas Misioneras mártires del doloroso año 1936, pasaron por el miedo y la bravura. Llama la atención que ambas parejas de mártires fueron detenidas por separado y acabaron siendo sacrificadas el mismo día a escasas horas de diferencia y prácticamente en el mismo lugar.
La llamada de Cristo las juntó en la misma fecha y lugar, así: el 31 de julio de 1936 en l’Arrabasada (Barcelona), pero por caminos diferentes para idéntica ofrenda. Muerte sin testigos. Con solas las huellas rojas de sangre vertida por los disparos. El médico forense las fichó con los números: 4.104;4.105;4.107;4.108. Testigos de amor de Cristo Señor, mártires santas. Gran suerte, en medio del odio ser testigos del amor. Beatficadas en Roma el 28 de octubre de 2007.
Procedían de dos comunidades: las dos primeras, del Colegio de Vilarrodona en Tarragona, mientras que las dos últimas pertenecían a la comunidad de la Casa Madre de la Congregación en Gracia, Barcelona (España). Las cuatro Carmelitas Misioneras mártires del doloroso año 1936, pasaron por el miedo y la bravura. Llama la atención que ambas parejas de mártires fueron detenidas por separado y acabaron siendo sacrificadas el mismo día a escasas horas de diferencia y prácticamente en el mismo lugar.
La llamada de Cristo las juntó en la misma fecha y lugar, así: el 31 de julio de 1936 en l’Arrabasada (Barcelona), pero por caminos diferentes para idéntica ofrenda. Muerte sin testigos. Con solas las huellas rojas de sangre vertida por los disparos. El médico forense las fichó con los números: 4.104;4.105;4.107;4.108. Testigos de amor de Cristo Señor, mártires santas. Gran suerte, en medio del odio ser testigos del amor. Beatficadas en Roma el 28 de octubre de 2007.
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