En el día de nuestro Padre fundador, agradecemos al Señor por todo lo que nos ha dejado por medio de Francisco. Palau, hombre de Dios enriquece a toda la iglesia con su gracia carismática encarnada en el Carmelo Misionero.
Gracias Señor, por tantos laicos y hermanos nuestros que son parte de este don para la Iglesia. Dios a soplado en nuestros corazones la ley "AMARAS" y esto nos inquieta a buscar hasta encontrar la plenitud en el Amor.
¡¡¡¡¡¡Muchas felicidades Carmelo Misionero!!!!! "Dios al criar mi corazón, sopló en él, y su soplo fue una ley que me impuso, y esa ley me dice "amarás". Mi corazón fue fabricado por la mano de Dios para amar y ser amado y sólo vive de amor.
Mi corazón desarrolló su pasión ya desde niño; yo amaba con pasión y esta pasión era mi tormento y mi pena. Yo no tenía de ti, Amada mía, Iglesia, la más remota noticia, no te conocía, no sabía existieras ni que fuera posible relacionarme contigo.
¡Infeliz! mi corazón, semejante a una débil barquichuela, había extendido sus velas ya desde la niñez, y agitado por todos los vientos opuestos, carecía de dirección. ¡Oh, por qué entonces no te revelaste, belleza increada!.
Pasé mi niñez sin conocerte. Y al desplegarse sus alas la mocedad, aumentó la pasión y, por consiguiente, el tormento. ¡Qué yo era infeliz sin ti! Se hacía sentir en el corazón un vacío inmenso: faltabas tú en él y nada podía sustituirle, ni las bellezas materiales podían llenar el más pequeño rincón.
No conociéndote a ti, fui en pos de lo bello, bueno y amable que los sentidos presentaban; pero al adherirse a estas bellezas, el corazón hacia sentir sus insuficiencia, y no hacían más que aumentar la sed y el ardor de3l fuego del amor....¿Por qué no te diste a conocer más temprano? "(MR 22, 13)
Beato Francisco Palau, ruega a Dios para que en la humanidad de hoy despierte también esa ley: "amarás"
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