"Jesús es el modelo que el
discípulo y la discípula deben recrear en su vida. La convivencia cotidiana nos
permite una confrontación constante. En “la escuela de Jesús” solo se enseña
una materia: el Reino. Este Reino se reconoce en el “vivir” a Jesús.
Quién “sigue” a Jesús debe:
1. comprometerse
con Él,
2. estar
con Él aun en medio de las tentaciones, inclusive de la
persecución.
3. Y
debe estar dispuesto a morir con Él.
Para los primeros cristianos esta
tercera dimensión creció después de la Pascua, a la luz de la resurrección: “Ya
no vivo yo, sino que Cristo vive en mi” (Col2, 20). Buscaban identificarse con
Jesús vivo en medio de la comunidad. Rehacían el camino de Jesús, que había
muerto en defensa de la vida y había resucitado por el poder de Dios.
La comunidad que se forma, teniendo como centro a Jesús es un ensayo de
Reino. En ella se ve lo que la Buena Noticia del Reino significa para nuestra
vida."
Carlos Mesters, “Con
Jesús a contramano”
Te invitamos a pensar ¿De qué
manera se va ensayando el Reino en tu vida y tu comunidad?
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