“Tú creaste mis entrañas, me plasmaste
En el seno de mi madre: te doy gracias
Porque fui formado de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
“Es asombroso pensar que Dios
“fabrica” las almas una a una dándole a cada cual una personalidad propiamente
suya e intransferible y que a la vuelta de pocos años, el mundo ha conseguido
uniformar a la mayoría de modo que parezcamos más una serie, que una comunidad
de seres hermanados pero diferentes…
Claro que ser fieles a nosotros mismos
es algo que siempre se paga caro. Napoleón decía “la independencia es una isla
rocosa, sin playas”. No es fácil desembarcar en un alma independiente. La
personalidad es siempre arisca y un tanto solitaria. Pero un hombre o una mujer
deberían atreverse a ser diferentes, es necesario para seguir siendo fiel a su
alma.
Porque, a demás, a la larga son
los profetas los que se imponen. Es la sal la que da a los guisos su sabor. ¿Y
para qué sirve la sal que se ha vuelto insípida, la sal que se ha “adaptado” y
ya sabe como el resto de los alimentos?”
J.L. Martín Descalzo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO