Ante la difícil situación que están viviendo muchos países del mundo, especialmente de Medio Oriente, y ahora Francia, nos brota del corazón un pedido urgente al Señor, que nos regale la paz, para el mundo y para cada corazón humano. Los dejamos con esta canción de Athenas y luego con la Oración de San Juan Pablo II.
ORACIÓN PIDIENDO LA PAZ
Dios de infinita misericordia y bondad, con corazón agradecido te invocamos hoy en esta tierra que en otros tiempos recorrió San Pablo. Proclamó a las naciones la verdad de que en Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. Que tu voz resuene en el corazón de todos los hombres y mujeres, cuando los llames a seguir el camino de reconciliación y paz, y a ser misericordiosos como tú.
ORACIÓN PIDIENDO LA PAZ
Dios de infinita misericordia y bondad, con corazón agradecido te invocamos hoy en esta tierra que en otros tiempos recorrió San Pablo. Proclamó a las naciones la verdad de que en Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. Que tu voz resuene en el corazón de todos los hombres y mujeres, cuando los llames a seguir el camino de reconciliación y paz, y a ser misericordiosos como tú.
Señor,
tú diriges palabras de paz a tu pueblo y a todos los que se convierten a ti de
corazón. Te pedimos por los pueblos de Oriente Próximo. Ayúdales a derribar las
barreras de la hostilidad y de la
división y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad. Señor, tú creas cielos nuevos y una tierra nueva. Te encomendamos a los jóvenes de estas tierras. En su corazón aspiran a un futuro más luminoso; fortalece sus decisión de ser hombres y mujeres de paz y heraldos de una nueva esperanza para sus pueblos.
división y a construir juntos un mundo de justicia y solidaridad. Señor, tú creas cielos nuevos y una tierra nueva. Te encomendamos a los jóvenes de estas tierras. En su corazón aspiran a un futuro más luminoso; fortalece sus decisión de ser hombres y mujeres de paz y heraldos de una nueva esperanza para sus pueblos.
Padre,
tú haces germinar la justicia en la tierra.
Te
pedimos por las autoridades civiles de esta región, para que se esfuercen por
satisfacer las justas aspiraciones de sus pueblos y eduquen a los jóvenes en la
justicia y en la paz. Impúlsalos a trabajar generosamente por el bien común y a
respetar la dignidad inalienable de toda persona y los derechos fundamentales
que derivan de la imagen y semejanza del Creador impresa en todo ser humano.
Te
pedimos de modo especial por la autoridades de esta noble tierra de Siria. Concédeles
sabiduría, clarividencia y perseverancia; no permitas que se desanimen en su
ardua tarea de construir la paz duradera, que anhelan todos los pueblos. Padre
celestial, en este lugar donde se produjo la conversión del apóstol San Pablo, te
pedimos por todos los que creen en el evangelio de Jesucristo.
Guía
sus pasos en la verdad y en el amor. Haz que sean uno, como tú eres uno con el
Hijo y el Espíritu Santo. Que testimonien la paz que supera todo conocimiento y
la luz que triunfa sobre las tinieblas de la hostilidad, del pecado y de la
muerte.
Señor
del cielo y de la tierra, Creador de la única familia humana, te pedimos por
los seguidores de todas las religiones. Que busquen tu voluntad en la oración y
en la pureza del corazón, y te adoren y glorifiquen tu santo nombre. Ayúdales a
encontrar en ti la fuerza para superar el miedo y la desconfianza, para que crezca
la amistad y vivan juntos en armonía.
Padre
misericordioso, que todos los creyentes encuentren la valentía de perdonarse
unos a otros, a fin de que se curen las heridas del pasado y no sean un
pretexto para nuevos sufrimientos en el presente. Concédenos que esto se
realice sobre todo en Tierra Santa, esta tierra que bendijiste con tantos
signos de tu Providencia y donde te revelaste como Dios de amor.
A la Madre de Jesús, la bienaventurada siempre
Virgen María, le encomendamos a los hombres ny a las mujeres que viven en la tierra
donde vivió Jesús.
Que,
al seguir su ejemplo, escuchen la palabra de Dios y tengan respeto y compasión por
lo demás, especialmente por los que son diversos de ellos. Que, con un solo
corazón y una sola mente, trabajen para que todo el mundo sea una verdadera
casa para todos sus pueblos. ¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz!
Amén.
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