"Bien está venerar al Crucificado en imagen y fabricar crucifijos para estimular su veneración. Pero mejor que las imágenes de madera y piedra son las imágenes vivas. Formar almas según la imagen de Cristo, plantar la cruz en sus corazones, ese fue el ideal de la vida del Reformador del Carmelo y guía de las almas. A ello se encaminaban todos sus escritos y de ello dan testimonio más personal sus cartas y declaraciones e los testigos acerca de su vida.
En el Carmelo de Granada dio el santo hábito a su hija espiritual María Machuca, imponiéndole el nombre de María de la Cruz. Cuando le llevaron después al locutorio, le advirtieron que él la amaría particularmente porque se apellidaba “de la Cruz” pero el santo replicó que ciertamente la amaría mucho más si ella se mostraba amante de la Cruz". (Edith Stein, “La Ciencia de la Cruz”)
En esta jornada cargada de profunda reflexión y oración, es
bueno acercarse a un santo enamorado de la Cruz para descubrir qué lo sedujo de
ella, y lo hizo maestro de espirituales. San Juan de la Cruz es el centro
de la
reflexión que hace Edith Stein en este fragmento, ya que se muestra siempre
abierto para coger la cruz que se le presente en su vida, y eso mismo es lo que
desea para sus hijos.
En este viernes santo permitamos que el Señor nos mueva a
buscar siempre su cruz, a dejarnos modelar por el dolor y el sufrimiento que
redime y da nueva vida.
"En este viernes santo permitamos que el Señor nos mueva a buscar siempre su cruz, a dejarnos modelar por el dolor y el sufrimiento que redime y da nueva vida."
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