El otoño llega a nuestra vida como parte de la naturaleza, es necesario pasar por la etapa del dehojarse (morir a lo viejo) para renacer, retoñar en primavera (nacer a lo nuevo). No es fácil este dejar caer nuestras hojas porque quedamos a la interperie y estamos más expuestos al frío del invierno, lo bueno es saber que al interior de nuestro tronco guardamos el calor de Dios que nos fortalece y acoraza contra las interperies.
Aprendamos del árbol para hacer camino de SANTIDAD, confiemos en el buen Dios que jamás abandona a los que ama!!!
MEDITEMOS:
1. ¿Cuánto de mí tengo que deshojar para retoñar?
2. ¿Constato que hay cosas envejecidas en mí y que necesitan ser renovadas?
3. ¿Creo que es posible hacer camino de santidad muriendo a mí mismo?
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