Dios es abridor de
caminos.
Cuando todo parece
cansado, saca de los viejos troncos brotes nuevos.
Cuando todo parece
confuso, saca de las confusiones claridades y verdad.
Dios nos sprprende
dándonos futuro.
Dios es sembrador de
amor en nuestro surco.
Con su bondad nunca
agotada, rompe una y otra vez, la corteza de la monotonía.
Dios llena el tiempo
de posibilidades.
Frente a caminos
repetidos, nos propone caminos nuevos.
Dios desborda
nuestras preguntas con su proyecto de vida.
Sale a nuestro
encuentro como un sembrador esperanzado.
Invita a estrenar una
nueva manera de vivir
Nunca se agota el
agua de su fuente.
Dios siempre habla
bien de nosotros y nosotras.
Cuando nos ponemos en
menos de lo que somos, El levanta nuestra dignidad.
Dios nos propone, no
impone, su amor.
Sabe esperar
pacientemente nuestra respuesta.
Dios nos ofrece
pistas en los caminos, nos regala testigos.
Pone ante los pueblos
de la tierra paisajes de comunión.
Con un respeto
exquisito sabe moverse en la hondura de los corazones.
Dios camina con todo
ser humano.
Dios regala alegrías
para cantar mientras caminamos.
Dios pone ante
nuestros ojos gentes necesitadas para una solidaridad.
Dios solicita nuestra
atención para un amor de bodas.
Dios quiere hacer
algo increíble en nuestra vida.
La Cuaresma es una
oportunidad que interpela nuestro vivir.
La Cuaresma es un
lujo de bondad que nos sale al paso.
La Cuaresma es el
empeño de Dios por sacar de cada persona lo mejor.
La cuaresma puede ser
un milagro, si tú quieres dejarte acompañar por una Presencia.
Tú y Dios, mano a
mano, corazón a corazón.
Prueba caminar con
Él, vivir con Él.
Él quiere vivir
contigo.
A ver que pasa.
(Fuente: “Revista
Orar”)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO