Un testimonio misionero que llega del norte!! (Misión Vinchina)

Hna Ma. Ester y Natalia

Natalia (o Petu para los amigos) es una joven de Jujuy que se destaca por ser muy trabajadora, responsable, servicial y que después de la Misión Vinchina 2012 tuvo un encuentro profundo con el Señor que la puso en movimiento misionero y cambio su vida…

“LO QUE NO SE COMPARTE SE PIERDE”…

Quiero tomar esta frase del P. Miguel Ángel Sosa párroco de Vinchina que nos decía….Lo que no se comparte se pierde…por ello les quiero compartir  un poco, de lo que la misión de Vinchina hizo en mi vida.

Todo comenzó cuando regrese a Jujuy de la misión del año pasado, 2012,  desde allí empecé entender que mi vida necesitaba un cambio, todo el año fue para mí una misión continua, estar en camino, con apertura y disponibilidad. Dios salió a mi encuentro desde mi propia realidad, y me invitaba a trabajar  en su misión,  empecé a sentirme  parte de la comunidad donde mi familia ya estaba trabajando. Me comprometí en la Infancia Misionera. Y así la misión fue abriéndome a  nuevas oportunidades.

Comenzamos a prepararnos para la misión 2013. Y fue un desafío, por todo lo que  implico, pero a medida que se acercaba  la fecha de la partida las ganas, las ansias, la  alegría, y las expectativas crecían. Todo esto
fue una experiencia muy linda, llenas de nuevos aprendizajes, los encuentros de formación, las distintas actividades que realizamos para recaudar los fondos, el apoyo de nuestras familias y comunidades,  la misa de envío, el viaje hacia Vinchina, etc.

Al llegar a Vinchina fue  ver y sentir un crecimiento personal que me sorprendió,  por los cambios que pude observar  y apreciar, en mi forma de relacionarme, de expresarme, de animarme a  compartir, en las oraciones, en el involucrarme en las diferentes actividades de la misión, en dar  testimonio al misionar. Estoy  sorprendida de cuanto Dios ha hecho en mi vida…

La comunidad de Vinchina nos acogió  a todos los misioneros de Jujuy, Córdoba, Corrientes, Misiones, San Juan, y a las Hnas. Carmelitas Misioneras,  de manera tal que nos sentíamos en casa, algo que nos animaba y nos motivaba día a día, a transmitir y compartir la palabra  de Dios, a través de  nuestras experiencias, un diálogo, una palabra de aliento, una oración por más pequeña que fuera, el escuchar, una sonrisa, un saludo, un abrazo, o simplemente un “DIOS TE BENDIGA”, son esas  pequeñas cosas  que nos hacen Feliz…

Durante los 10 días, realizábamos actividades con los niños, jóvenes y adultos, con el único motivo de expresar “Dios está aquí con cada uno de nosotros, Él está siempre caminando a tu lado, Él no te abandonará, Él quiere tu felicidad”

La misión en Vinchina fue muy linda, tengo una certeza  yo fui a misionar pero también fui misionada.

Mi agradecimientos a la comunidad de Vinchina, al P. Miguel, a los/as Misioneros/ as,  a  sus familias y sus comunidades, por todo el apoyo y acompañamiento en la Misión…

   A las Hnas Carmelitas Misioneras Gracias por el cariño,  por su entrega, por las misiones juveniles, por TODO lo que nos brindaron, cada una en los diferentes lugares donde habitan. Gracias  por reavivar y fortalecer mi Fe en Cristo…  Dios las llene de bendiciones. Abrazos.

“Solo  para decirte Gracias… solo para reconocer que eres Dios”

Natalia