Ayer comenzamos una nueva etapa en nuestro camino eclesial,
con el miércoles de ceniza se abre la puerta de la CUARESMA para que todo el pueblo de Dios entre en dinámica de
conversión, de determinarse a un cambio de vida, a un mayor esfuerzo por vivir
la santidad.
La Iglesia se une, todos los años, durante los cuarenta días
de Cuaresma, al Misterio de Jesús en
el desierto (cf. CIC 540). Son cuarenta días de ascesis, recordemos que “el camino de la perfección pasa por la cruz.
No hay santidad sin renuncia y sin combate espiritual (2Tim 4). El progreso
espiritual implica la ascesis y la mortificación que conducen gradualmente a
vivir en la paz y el gozo de las bienaventuranzas: ‘El que asciende no cesa
nunca de ir de comienzo en comienzo mediante comienzos que no tienen fin. Jamás
el que asciende deja de desear lo que ya conoce.’(San Gregorio de Nisa)”(CIC
2015)
Tal vez nos resulta nueva la palabra “ascesis” entonces te
vamos a acercar a la definición del diccionario de espiritualidad:
El término ascesis, según lo indica su origen griego, significa el ejercicio de las virtudes. Entre los primitivos cristianos, llamábanse ascetas aquellos que se entregaban a las prácticas de la mortificación, a los ejercicios de piedad y de las demás virtudes cristianas. Se ha llamado, pues, ascética a la parte de la teología espiritual que orienta las almas en la lucha contra el pecado y el progreso en la virtud (Garrigou Lagrange, Las tres edades de la vida interior)Entonces se trata de vivir cada día apostando por el bien (a veces hacer el bien es un ejercicio costoso,
difícil, complicado), por el prójimo, por sonreír, por invitar a soñar, por servir, por hacer reír, por hacer un EJERCICIO diario... por hacer lo mismo que cada mañana cuando te levantás temprano, te ponés tus zapatillas, preparás tu botellita de agua y salís a hacer la caminata de rutina, y no volvés hasta haber completado tu rutina. Preparate de la misma manera, ponete como meta hacer ejercicios de Virtudes (valores) cada día y no pares hasta que lo hayas hecho todo, según tus fuerzas y capacidades.
- 1. Las posibilidades son infinitas
- 2. Tu actitud es todo
- 3. VALORES, lo que los cristianos llamamos “VIRTUDES”
- 4. El vendedor de sueños
Y finalmente podés preguntarte:
1-¿ Qué sentido tiene la ascesis para mí?
2- ¿Creo que es importante que el joven de hoy practique la
ascesis? ¿sería fácil? ¿por qué? ¿de qué le serviría?
3- ¿Cómo quiero vivir esta cuaresma desde mi experiencia de
joven?
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