Queridos amigos, hoy nos llena de gozo celebrar, una vez más, la "encarnación" de Jesús en el seno de su madre María, por ello nos pareció oportuno compartir con ustedes el valor de esta fiesta, teniendo presente a uno de los grandes santos de la Iglesia universal, San Gregorio de Nisa.
«Nuestra naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser resucitada. Habíamos perdido la posesión del bien, era necesario que se nos devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz; estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a Dios hasta el
punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para visitarla, ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan desgraciado?» (San Gregorio de Nisa, Oratio catechetica, 15: PG 45, 48B).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO