11 de septiembre - Día del maestro
En 1943, a 55 años de su fallecimiento, la
Conferencia Interamericana de Educación (integrada por educadores de toda América) se reunió en Panamá y
estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro: Ninguna fecha es más
oportuna para celebrar el día del maestro que el 11 de septiembre, día en que pasó a la
inmortalidad Domingo Faustino Sarmiento. Por tanto se declara día del maestro en todo el
continente americano el 11 de septiembre.
Educar es extraer lo mejor de los demás. Es cierto, es
mostrar la verdad o, al menos, el camino que lleva hacia ella. La educación es
la actividad humana para iluminar. El educador es llamado a ser cada día más
humano. En un contexto en el que la información y el conocimiento son cada vez
más cercanos, el educador debe asumir el reto de acercarse al prójimo para
enseñarle a vivir y, de paso, mostrarle la necesidad del conocimiento para
evangelizar a la cultura y, por tanto, la urgencia de ser una persona instruido.
¿Son nuestros métodos los más adecuados? Pienso que la aplicación adecuada de
ciertas reglas puede facilitarnos obtener mejores resultados en nuestra tarea
educativa. Los maestros cristianos volvemos la mirada a nuestro señor
Jesucristo y su pedagogía y distinguimos como adecuaba sus enseñanzas al
particular contexto y cultura de la comunidad de personas que le seguían.
Seguramente la idea de “Escuela” que tenía Jesús fue la de su propia familia;
así como su idea de “Maestro” fue la de su padre terreno San José quien como
carpintero experto modeló y mostró a Jesús, aprendiz de carpintería, cada uno
de los pasos para trabajar con madera, entrenándolo e indicándole la forma de
hacer las cosas. Con toda seguridad San José disminuyó progresivamente su ayuda
hasta lograr que Jesús haga por sí mismo los muebles que desee. Al final de la
labor, San José proporcionó una ayuda cada vez menor permitiendo el desarrollo
de un “Estilo personal” en los trabajos de Jesús. Siguiendo el modelo del
párrafo anterior, la pedagogía de Jesús nos muestra tres conceptos que son
necesarios recordar en nuestra propia práctica:· Modelado.· Entrenamiento.·
Disminución de ayuda. Modelar significa enseñar con integridad y seriedad
brindando un mensaje sano e intachable. Esta tarea implica que el maestro se
asegure de describir claramente las ideas empleando técnicas visuales,
auditivas, táctiles o cenestésicas. Todo modelado necesita de una planificación
cuidadosa de las experiencias significativas. El entrenamiento sirve para
iniciar y desarrollar las habilidades y destrezas básicas del estudiante,
formarse en la capacidad de planificar y elaborar estrategias, descubrir las
posibilidades personales de éxito y desarrollar en la práctica el placer de
vivir para construir y recrear. Es indispensable que el maestro modele y
transfiera al estudiante las formas de actuar para realizar la tarea
permitiendo que la practique y ejecute con su guía y ayuda. Este modelo, como
en los tiempos de Jesús, debe ser aplicado en contextos reales donde los
contenidos a aprender se usen en las situaciones más comunes y ordinarias de la
vida social. Como Jesús, el buen maestro por excelencia, quien compartió su
vida con los discípulos y mostró un estilo de vida diferente; mi vida como
educador debe también ser un modelo. No es que me proponga ser modelo, pues mi
tarea es educar. Es que mis estudiantes me ven como yo vivo, hablo, pienso y
expreso mi fe. Posiblemente decidan tomar lo mejor de mí. Los frutos del
Espíritu, la paciencia, la bondad o la piedad, no se enseñan. Pero sí se pueden
"vivir" ante los estudiantes, de modo que ellos "aprendan"
del ejemplo. Las actitudes de un maestro frente a los problemas y las
circunstancias difíciles hablarán más fuerte que cualquier lección que pueda
enseñar.
Sitio: todocomienzacondios.blogspot.com.ar
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