Se ha cumplido una etapa de misión en la provincia de
Misiones. Empezamos la trayectoria en enero de 2016 y la concluimos el viernes
pasado. Las palabras que resuenan de
ambas partes (misioneros y destinatarios) es GRACIAS, “El Señor ha estado
grande con nosotros y estamos alegres” (Sal 125, 3)
Cuánto nos alegra poder decir que han sido tres años
cargados de presencia de Dios, que hemos compartido la fe con un pueblo
sencillo que no se esperaba todo lo que Dios le ha regalado.
Los misioneros
fueron renovándose con el tiempo, algunos perduraron los 3 años y otros
se sumaron el segundo año, hasta en ésta última etapa también.
La figura central de ésta misión fue la Ssma Virgen
María, el lema nos ayudó a repensar,
reflexionar, meditar y orar en el sentido de “alegrarnos porque el Señor está
con nosotros” y ese mismo mensaje
fue el que llevamos a las flias de
las comunidades de Mojón Grande y Ameghino, dos municipios del departamento de Oberá en la provincia de
Misiones, donde desarrollamos la Misión Juvenil del CM durante 3 años.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos al Padre Obispo de Oberá Damián Santiago
Bitar por invitarnos a realizar ésta misión en su diócesis y permitirnos
compartir nuestro carisma con los jóvenes misioneros y la gente del lugar, también
damos gracias a las comunidades cristianas que con tanto cariño nos recibieron y
ofrecieron lo mejor de sí para que la Misión diera los frutos que el Señor quiere,
otro “Gracias” es para los jóvenes que se animaron a vivir esta experiencia con
nosotras y lo dieron todo en la misión, asumiendo las consecuencias de los
fuertes calores, las faltas de agua, la precariedad de vida los días de misión,
aunque nunca nos faltó el cariño de la gente, sus detalles cotidianos, cercanía
y gestos de generosidad.
Gracias a nuestras hermanas carmelitas misioneras que
fueron apoyo para las CM comprometidas con ésta actividad de PJV , por su
oración, cercanía, mensajes, ayuda y apoyo.
Y a todos nuestros amigos que con generosidad nos
colaboraron con alimentos para que los días de misión tuviéramos lo necesario
para comer. La verdad que sólo tenemos palabras de gratitud con Dios y con
todos.
El Señor nos ha concedido la gracia de vivir ésta hermosa
aventura misionera de la mano de jóvenes de distintas provincias de Argentina
que han sido presencia de Dios y han dejado huella, ya son parte de nuestra
vida. Gracias a Dios y a nuestra Madre por haber sido compañía constante
durante los años de misión. Bendiciones para todos!!!
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