Recordemos la Alianza
El primer domingo de Cuaresma, la
Iglesia nos invita desde hace muchos siglos a meditar en las tentaciones de
Jesús. Y ahí está el relato de las tentaciones en la versión de Marcos, la más
breve de todos los evangelios. Pero lo más interesante es subrayar que la idea
central de las lecturas de este día no son las tentaciones de Jesús y, en
consecuencia, nuestras propias tentaciones. La idea central es más bien la de
la Alianza de Dios con la humanidad.
La primera lectura nos recuerda la
historia de Noé. Ya ha tenido lugar el diluvio. La historia del mundo está a
punto de comenzar de nuevo. Y Dios quiere que el primer acto de esa nueva etapa
sea la firma de una Alianza entre Dios y la humanidad en pleno. No se habla de
ningún pueblo en concreto. Es la humanidad la que se encuentra directamente con
Dios. No se hace distinción de razas ni de pueblos, no hay idiomas ni
fronteras. Dios se acerca y hace la oferta de una Alianza definitiva y para
siempre. Con los que están vivos en ese momento y con sus descendientes. Casi
podríamos decir que es una Alianza con toda la creación, ya que la lectura dice
expresamente que es una Alianza con todos los seres vivos.
La Alianza tiene un contenido claro:
“ningún ser vivo volverá a ser exterminado por las aguas del diluvio”. Dicho en
otras palabras, Dios se compromete con la vida y a favor de la vida. Habrá una
señal de esa Alianza. Será el arco iris que podemos ver de vez en cuando en el
cielo después de las tormentas. El arco iris no es más que un signo de la
belleza de la creación. Toda la creación, toda la vida, se convierte ahora en
signo de la Alianza, porque toda ella es creada, cuidada y amada por
Dios.
La Alianza se renueva en el Evangelio.
En él Jesús anuncia la presencia del Reino de Dios. Ya llega. Ya está cerca. El
Reino es la nueva Alianza, la plenitud de aquella primera Alianza firmada por
Moisés. La plenitud de todas las Alianzas. El nuevo signo será el mismo Jesús,
el Hijo, el que murió por darnos la vida e inauguró con su resurrección la
nueva vida para todos. Una vida en plenitud.
Al comenzar la Cuaresma, nos encontramos
con Dios como el que hace una Alianza con nosotros. Nos invita a participar en
la vida. Nos invita a abandonar los caminos de muerte. Nos invita a
convertirnos, a creer en el Evangelio, porque sólo ahí encontraremos la
felicidad, el bienestar, la libertad y la Vida a que tanto aspiramos. Ahora
depende de cada uno de nosotros entrar en esa nueva Alianza. La mano de Dios
está tendida hacia nosotros. Tenemos 50 días para pensar cuál será nuestra
respuesta.
(Autor: Fernando Torres
cmf)
Para la reflexión
Acaba de comenzar la Cuaresma y es
tiempo de convertirnos y firmar de nuevo la Alianza con nuestro Dios.
-¿Realmente creo que la Alianza es mejor opción para mi vida, para nuestra vida?
-¿Estoy dispuesto a renunciar a mis caminos de muerte para entrar en la Alianza?
-¿En qué consisten concretamente en mi vida esos caminos de muerte?
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