La traición de Judas Iscariote nos parece una acción totalmente mala e hipócrita y nos cuesta entender el misterio de ese hombre. ¿Qué motivos tenía para traicionar a su Maestro?
Sabemos también que Judas, cuando supo que Jesús había sido condenado, se llenó de remordimiento interior y devolvió las treinta monedas a los sumos sacerdotes.(Mateo 27:3-10)
Si la traición de Judas sigue siendo incomprensible hasta el día de hoy, el amor de Jesús «hasta el fin» está aún más allá de toda comprensión.
Los evangelios son muy discretos respecto a los motivos de Judas, pues no hacen énfasis tanto en el actuar de Judas, sino a la persona de Jesús, su insondable e incomprensible profundidad del amor que tiene hasta dar la vida por nosotros.
"Señor, danos la gracia de que esta Semana Santa podamos, en silencio, contemplarte en la cruz, traicionado y negado, para preguntarnos “¿seré yo Maestro? ¿Cuándo, Señor, soy yo?”... ayúdanos a reconocer con humildad que sin ti no somos nada. Amén"
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