El estudiante, esperanza de los pueblos
En coincidencia con el inicio de la primavera, cada 21 de septiembre los estudiantes duplican sus motivos para celebrar y renovar su tan noble y necesaria actividad.
La institución del Día del Estudiante en coincidencia con el Día de la Primavera no es un mero capricho del destino ni del azar, sino una justificada unificación de dos fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano.
Y como no podía ser de otro modo, en este día la juventud es protagonista con actividades de todo tipo, en su mayoría al aire libre como guiño de complicidad con la estación que se inicia.
Detrás de las celebraciones y el jolgorio, sin embargo, subyace una cuestión más profunda que no debe perderse de vista: la renovación de un compromiso, de una responsabilidad asumida con uno mismo, con el país y con las generaciones venideras, en tanto y en cuanto el estudiante representa, desde su propia concepción y por sus objetivos y razón de ser, el futuro del pueblo que lo está educando.
En su día, que las celebraciones del presente no tapen el compromiso con el futuro.
Históricamente, a los estudiantes se les han dedicado numerosas poesías y canciones. A modo de homenaje, es propicio compartir una canción que simboliza el espíritu de este día. Está escrita por Francisco García Jiménez, Ernesto Galeano y Carlos Guastavino, y dice así:
Y como no podía ser de otro modo, en este día la juventud es protagonista con actividades de todo tipo, en su mayoría al aire libre como guiño de complicidad con la estación que se inicia.
Detrás de las celebraciones y el jolgorio, sin embargo, subyace una cuestión más profunda que no debe perderse de vista: la renovación de un compromiso, de una responsabilidad asumida con uno mismo, con el país y con las generaciones venideras, en tanto y en cuanto el estudiante representa, desde su propia concepción y por sus objetivos y razón de ser, el futuro del pueblo que lo está educando.
En su día, que las celebraciones del presente no tapen el compromiso con el futuro.
Históricamente, a los estudiantes se les han dedicado numerosas poesías y canciones. A modo de homenaje, es propicio compartir una canción que simboliza el espíritu de este día. Está escrita por Francisco García Jiménez, Ernesto Galeano y Carlos Guastavino, y dice así:
Canción del Estudiante
¡Estudiantes!... Alcemos la bandera
que ilustraron los próceres de ayer
y florezca a sus pies la primavera
del amor renovado en nuestro ser.
¡Y echen a vuelo el nombre de estudiantes,
¡Y echen a vuelo el nombre de estudiantes,
en bronces de romántica emoción,
los que lo son, los que lo fueron antes;
los que por suerte, tienen de estudiantes
para toda la vida el corazón!
Brisa que riza el Plata, zonda de andino tope,
Brisa que riza el Plata, zonda de andino tope,
tibio aliento del norte, racha del Sur...
¡Lleven los cuatro vientos, en su galope,
esta canción que canta la juventud!
Almas y voces juntas, manos entrelazadas;
Almas y voces juntas, manos entrelazadas;
honda fe de argentinos y un mismo afán;
ansias de noble ciencia nunca saciadas,
ojos puestos en rutas, en rutas del más allá.
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