El arzobispo de Guwahati, monseñor Thomas Menamparampil SDB, precisó que ante la persecución y los ataques que sufren los católicos en la India, "la paciencia, la discreción, la moderación en las reacciones, el espíritu de perdón manifestados por la comunidad tienen un poder de evangelización".
En su intervención en la segunda Congregación General del Sínodo de los Obispos, el Prelado indio explicó que "en muchos países de Asia, los cristianos viven bajo una fuerte presión. La libertad está restringida, los neo-conversos son perseguidos y la comunidad de los fieles es víctima de persecuciones, como sucedió recientemente en Orisa (India)".
En medio de estas dificultades, indicó, "muchas de las enseñanzas de Jesús que llegaron hasta nosotros fueron impartidas durante encuentros normales entre personas. Esto es lo que está sucediendo hoy en Asia, de manera silenciosa pero eficaz, gracias al esfuerzo de los fieles cristianos que llevan un mensaje de paz en las situaciones de conflicto, de justicia donde existen comunidades oprimidas, de honradez donde reina la corrupción, de igualdad donde existen diferencias (de casta, de clase, de género, de raza y de etnia), de ayuda a los pobres y los hambrientos".
"Es un modo de dar testimonio de Cristo diferente respecto de la presentación de un libro que reivindica la verdad, o a debates y disquisiciones, pero es un modo bien elocuente de explicar las enseñanzas del Evangelio. Traducen el mensaje cristiano en vida", añadió.
El Arzobispo explicó luego que "la consolidación de la formación teológica significa también profundizar en la reflexión sobre la Palabra de Dios en el contexto de Asia, caracterizado por la pobreza y la injusticia, y por una pluralidad de religiones, civilizaciones y culturas. Esto implica el uso de categorías de pensamiento, símbolos y tradiciones espirituales que tengan un significado para los asiáticos. Esta tarea es un gran desafío para quienes enseñan la Palabra".
En su intervención en la segunda Congregación General del Sínodo de los Obispos, el Prelado indio explicó que "en muchos países de Asia, los cristianos viven bajo una fuerte presión. La libertad está restringida, los neo-conversos son perseguidos y la comunidad de los fieles es víctima de persecuciones, como sucedió recientemente en Orisa (India)".
En medio de estas dificultades, indicó, "muchas de las enseñanzas de Jesús que llegaron hasta nosotros fueron impartidas durante encuentros normales entre personas. Esto es lo que está sucediendo hoy en Asia, de manera silenciosa pero eficaz, gracias al esfuerzo de los fieles cristianos que llevan un mensaje de paz en las situaciones de conflicto, de justicia donde existen comunidades oprimidas, de honradez donde reina la corrupción, de igualdad donde existen diferencias (de casta, de clase, de género, de raza y de etnia), de ayuda a los pobres y los hambrientos".
"Es un modo de dar testimonio de Cristo diferente respecto de la presentación de un libro que reivindica la verdad, o a debates y disquisiciones, pero es un modo bien elocuente de explicar las enseñanzas del Evangelio. Traducen el mensaje cristiano en vida", añadió.
El Arzobispo explicó luego que "la consolidación de la formación teológica significa también profundizar en la reflexión sobre la Palabra de Dios en el contexto de Asia, caracterizado por la pobreza y la injusticia, y por una pluralidad de religiones, civilizaciones y culturas. Esto implica el uso de categorías de pensamiento, símbolos y tradiciones espirituales que tengan un significado para los asiáticos. Esta tarea es un gran desafío para quienes enseñan la Palabra".
Ciudad del Vaticano, 9 Oct. 08 (AICA)
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