sábado, 7 de febrero de 2009

Dios me habla en la realidad


Cuando Dios se le manifiesta a Moisés le revela la congoja más profunda de su corazón “he visto la aflicción de mi pueblo en Egipto he escuchado el clamor que le arrancan sus capataces; pues ya conozco sus sufrimientos…” y así escoge a este humilde pastor para que libere al pueblo de la opresión de los egipcios.
Hoy, vivimos momentos duros y fuertes, nuestra nación ha mostrado en muchas ocasiones su necesidad de Dios, el cansancio por la violencia e inseguridad, el dolor por las injusticias, la angustia porque hay hermanos olvidados, abandonados, relegados y excluidos. Recordemos que los “pobres” han sido siempre los predilectos del Señor.
El ser humano, por vocación, está llamado a dar respuesta a estas situaciones. Veamos algunos casos:

TERESA DE CALCUTA

La Madre Teresa estaba enseñando en un colegio de Loreto, en Calcuta, cuando se convenció de que su vida, aún en misiones, era demasiado cómoda. Quiso ir a los suburbios para hacer algo por los más pobres.
Teresa empezó con 5 rupias en el bolsillo. Como era maestra, se puso a enseñar a unos niños que encontró en la calle: el abecedario y un poco de higiene.
La alegría es básica en el pensamiento de Teresa. El espíritu de la obra, contesta ella, es de entrega, confianza y alegría. “Debemos ser capaces de expresar en nuestras acciones la alegría de Cristo. Si nuestras acciones son simplemente acciones útiles, no dan alegría a nadie, y nuestra pobre gente no puede oír la llamada que queremos que oiga, que es de acercarse a Dios. Queremos que sientan que se les quiere. Si vamos a ellos con una cara triste se sentirán aún más deprimidos.”
Teresa se da cuenta de que lo que hacen es una gota en el mar. Pero también de que los niños, los leprosos y los moribundos que se han acogido a sus casas estarían en la calle. Y además, dice: “Para querer a una persona, hay que acercarse a ella. Si esperamos a tener un buen número, nos perderemos en los números. Y lo que nosotros queremos es poder mostrar amor y respeto por una persona. Yo creo en la relación de persona a persona. Cada persona para mí es Cristo, y puesto que hay un único Jesús, la persona que tengo delante es para mí la única persona en el mundo en aquel momento” Y agrega: “Como no podemos ver a Cristo, no podemos expresar nuestro amor por Él. Pero al vecino podemos verle y podemos hacer por él lo que haríamos por Cristo si le viéramos. Para que nuestro trabajo sea fructífero y hermoso debe hacerse con fe. Con fe en Cristo que dice: “Tenía hambre, estaba desnudo, enfermo, sin casa… En estas palabras se funda nuestro trabajo.”

MARTIN L. KING

“Entonces mi vida no habrá sido en vano. Me gustaría que alguien contase, en el día de mi muerte, que Martín Luther King trató de vivir en el servicio al prójimo. Me gustaría que alguien dijera aquel día que Martín Luther King trató de amar a alguien. Ese día quiero que puedan decir que traté de ser justo y que quise caminar junto a los que actuaban en justicia, que puse mi empeño en dar de comer al hambriento, que siempre traté de vestir al desnudo. Quiero que digan ese día que dediqué mi vida a visitar a los que sufrían en las cárceles. Y quiero que digan que intenté amar y servir a los hombres.
Sí, y, si quieren, digan también que fui un heraldo. Digan que fui un heraldo de la justicia. Digan que fui un heraldo de la paz. Que fui un heraldo de la equidad. Y todas las otras cosas superficiales (Premio Nobel de la Paz 1964) no tendrán importancia.
No tendré dinero para dejar cuando me vaya. No dejaré tampoco las comodidades y los lujos de la vida. Porque todo lo que quiero dejar a mi partida es una vida de entrega. Y eso es lo que les tengo que decir. Si alguien puede ayudar al encontrarnos a lo largo del sendero, si a alguien pude hacerle ver que había escogido el mal camino, entonces mi vida no habrá sido en vano.
Si consigo cumplir mis deberes tal como debe cumplirlos un cristiano, si consigo llevar la salvación al mundo, si consigo difundir el mensaje que enseñó el Maestro, entonces mi vida no habrá sido en vano.”
M. L King

ME CUESTIONO
1. ¿Quiénes son los pobres para mí. Qué tipos de pobreza tengo cerca. Me siento enviado/a para ellos?
2. ¿Cómo descubro en mi vida la gratuidad de la llamada de Dios que pide “dar gratis lo que gratis he recibido? ¿A qué consecuencias me llevaría el tomar en serio este don de Dios?
3. ¿En mi parroquia, qué compromiso de servicio vamos asumiendo para construir el reino en nuestra sociedad, en nuestro ambiente?
4. ¿Qué relación veo entre la opción de la Madre Teresa y su vocación religiosa?
5. ¿Qué es lo que más me tocó de los testimonios de la Madre Teresa y de Martín L King?
6. ¿Cuáles son las necesidades de mi pueblo hoy, en qué lo noto, soy capaz de responder a esas necesidades, por qué?

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