Miércoles de ceniza: Expandir el suave OLOR nacido del corazón
En la sociedad actual marcadamente citadina, hablar de ceniza a muchos ni le interesa, pareciera ser evocación de otros momentos en los cuales la civilización era atrasada, poco avanzada, o en el peor de los casos agrícola, sin avance alguno… época de mugre o suciedad, más no de cambio o transformación, de rutina y poca variedad… y en ámbito religioso pues lo mismo.
Ceniza… color gris delata la falta de color y vivacidad de dicho elemento, que deja mucho que desear al ser éste mismo color poco atractivo y propio de situaciones no acordes con la novedad, ni con el cambio… además, al ser producto de quema o incineración de basura, intento de reciclar para generar un nuevo producto… ¿qué puede decir a una sociedad en la cual todo es novedad por moda?, ¿ceniza?, uff que falta de gusto y elegancia…
Ceniza… es una cosa que no tiene sentido cuando todo está al alcance de la moda y existe la facilidad de expresar de otro modo lo que se siente y se piensa. Parece poco probable que un gesto que no ocupa ninguna primera página, ni es causa de sensacionalismo de los medios masivos, sea motivo para despertar a la verdadera vida. Parece una falta de creatividad y mucha ingenuidad proponer una invitación al cambio, sin publicidad alguna y sin medio alguno… así es Don MI Dios… haciendo presencia en lo precario y pobre, desde lo frágil y débil. Parece una provocación a la inteligencia humana, que a Dios le parece bien proponerle a la humanidad una manera no convencional para acompañar la gestación del reinado de justicia y paz, de libertad y amor, de creatividad y cercanía.
Mt 6, 1-6.16-18 En secreto: oración, ayuno y limosna… buen perfume.
Existen muchas personas que hacen dieta, por prescripción médica y otras, por mantener la figura y la estética… Dios que de todo sabe un poco también tiene su propuesta dietética… que pasa por cosas simples y atrevidas… Quizá en otros momentos intentamos, pero por falta de exigencia y constancia olvidamos o vivimos a medias… La dieta posee tres componentes sencillos, que tienen que ver con aspectos internos y externos… La fórmula, fácil de aplicar, es: LOA la dificultad que tiene es no ser LIGTH… que desean muchos.
Limosna, Oración y Ayuno. Jesús desea que se practiquen con un espíritu diverso. Precisamente este espíritu es lo que distingue al discípulo del fariseo. ¿Cuáles son sus características más sobresalientes?. La privación de algo a favor de los otros, acompañada de recta intención y sin señales de espectáculo; así mismo el testimonio no hay que confundirlo con la teatralidad. Los discípulos presentan la cara limpia, alegre y normal. Incluso porque el desprendimiento que exige el seguimiento no es una carga, sino una alegría; no una pérdida, sino gratuidad. Que las motivaciones para nuestro actuar sean sinceras y expresivas de lo que palpita en el corazón.
Encontramos igualmente una presentación simple de Dios: "El que ve lo escondido, lo invisible"... Es una cercanía de Dios muy popular. Como si estuviera jugando a las escondidas. Esta noción es a veces desviada de su verdadero sentido, cuando se toma en su sentido negativo, cuando decimos: "Cuidado, Dios te ve incluso cuando te escondes"... Dios es "el coco", ¡el que asusta a los niños pequeños! Notemos que Jesús emplea esta noción en un sentido positivo: no es ante todo un Dios que castiga las tonterías escondidas, es un Dios que sabe ver y recompensar todo lo que está escondido, todo lo que ¡los seres humanos no saben ver o no quieren ver!.
Será posible disponer el corazón para el camino de la cuaresma con el equipaje verdadero de: conversión, oración, crecimiento en la profecía, deseos de entrega y servicio… con una cirugía real del corazón, con una apuesta en serio por la vida plena para todos…?
Existen deseos profundos de dejarnos encontrar por Dios en lo pequeño y en lo secreto, que nace día a día en la vivencia de la oración y en el trabajo común, para ser la presencia viva y real de Dios en medio de nosotros…?
Será que es en verdad, el momento favorable de conversión o habrá que decirle a Don Mi Dios que espere de nuevo otra oportunidad, que por ahora no hay disposición ni deseos de atrevernos a que cuente con nosotros… y con el formalismo y tradición aprendida y repetida se puede quedar contento y darse por satisfecho… que lo tengamos en cuenta y de vez en cuando nos acordemos de el.
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