sábado, 14 de marzo de 2009

Desafíos de la Iglesia en Argentina según el Papa (I)

Discurso al primer grupo de obispos en visita "ad limina"
CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 14 de marzo de 2009 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que Benedicto XVI dirigió este sábado al primer grupo de obispos de la Conferencia Episcopal de Argentina, a quienes recibió con motivo de su quinquenal visita "ad limina apostolorum".
*****
Señor Cardenal
Queridos Hermanos en el Episcopado:
1. Es para mí un motivo de profunda alegría daros la bienvenida a este encuentro con el Sucesor de Pedro y Cabeza del Colegio Episcopal.
Agradezco las amables palabras del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, con las cuales se ha hecho intérprete de los sentimientos de todos. A través vuestro quiero saludar también a todo el clero, comunidades religiosas y laicos de vuestras Diócesis, manifestándoles mi aprecio y cercanía, así como mi aliento constante en la apasionante tarea de la evangelización, que están llevando a cabo con gran dedicación y generosidad.
2. Habéis venido hasta aquí para venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y compartir con el Obispo de Roma las alegrías y esperanzas, las experiencias y las dificultades de vuestro ministerio episcopal. La visita ad limina es un momento significativo en la vida de todos aquellos a quienes se les ha confiado el cuidado pastoral de una porción del Pueblo de Dios, pues en ella muestran y refuerzan su comunión con el Romano Pontífice.
El Señor fundó la Iglesia para que sea "como un sacramento o signo y instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano" (Lumen gentium, 1). La Iglesia es en sí misma un misterio de comunión, un "pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (ibíd., 4). En efecto, Dios ha querido llevar a todas las gentes a la plenitud de la salvación haciéndolas partícipes de los dones de la redención de Cristo y entrar así en comunión de vida con la Trinidad.
3. El ministerio episcopal está al servicio de la unidad y de la comunión de todo el Cuerpo místico de Cristo. El Obispo, que es el principio y fundamento visible de unidad en su Iglesia particular, está llamado a impulsar y defender la integridad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia, enseñando además a los fieles a amar a todos sus hermanos (cf. ibíd., 23).... (para seguir leyendo hacé clic en el título)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

DEJANOS TU COMENTARIO

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...