Este día fue establecido en argentina en homenaje a la madre Teresa de Calcuta.Nació el 26 de agosto de 1910 y duarnte su vida realizó una trascendental tarea humanitaria por todo el mundo.
"Si uno dice: «Yo amo a Dios», y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Pues este es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano." 1 Jn. 4, 20-21
En la sociedad del tiempo de Jesús existían muchos grupos sociales, religiosos, políticos… Era común la ayuda mutua entre los miembros del grupo, pero la relación entre los grupos no era tan sencilla ni abierta. Existían grupos considerados impuros, con los cuales no se entraba en contacto. La solidaridad, como relación fraterna, de interés, cuidado y ayuda mutua entre los integrantes del grupo, era muy fuerte. Pero también existía un egoísmo de grupo muy acentuado, que llevaba a despreciar, muchas veces, a quienes no pertenecían al grupo de uno.
"Jesús contradice este valor social. El salió fuera de su propio grupo religioso, social y cultural, para abrazar a toda la raza humana como a sus hermanos y hermanas, como a sus parientes y vecinos. El mandamiento del Antiguo Testamento de amar al prójimo había sido interpretado siempre en el sentido de vivir en solidaridad con aquellos que estaban próximos, los miembros del grupo social (ver Lev. 19, 16-18). Esto eventualmente llevó a la frase que no está en la Biblia: « Ama a tu vecino y odia a tu enemigo ». Jesús contradice esto con su buen conocido mandamiento: « Ama a tus enemigos ». Prójimo es cualquier otro ser humano, inclusive los de fuera del grupo, los que son tus enemigo, que te odian, los que te ofenden (Lc. 6, 27-35). En otras palabras, el valor para Jesús no es la solidaridad de grupo, sino la solidaridad humana.
"Si uno dice: «Yo amo a Dios», y odia a su hermano, es un mentiroso. Si no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Pues este es el mandamiento que recibimos de él: el que ama a Dios, ame también a su hermano." 1 Jn. 4, 20-21
En la sociedad del tiempo de Jesús existían muchos grupos sociales, religiosos, políticos… Era común la ayuda mutua entre los miembros del grupo, pero la relación entre los grupos no era tan sencilla ni abierta. Existían grupos considerados impuros, con los cuales no se entraba en contacto. La solidaridad, como relación fraterna, de interés, cuidado y ayuda mutua entre los integrantes del grupo, era muy fuerte. Pero también existía un egoísmo de grupo muy acentuado, que llevaba a despreciar, muchas veces, a quienes no pertenecían al grupo de uno.
"Jesús contradice este valor social. El salió fuera de su propio grupo religioso, social y cultural, para abrazar a toda la raza humana como a sus hermanos y hermanas, como a sus parientes y vecinos. El mandamiento del Antiguo Testamento de amar al prójimo había sido interpretado siempre en el sentido de vivir en solidaridad con aquellos que estaban próximos, los miembros del grupo social (ver Lev. 19, 16-18). Esto eventualmente llevó a la frase que no está en la Biblia: « Ama a tu vecino y odia a tu enemigo ». Jesús contradice esto con su buen conocido mandamiento: « Ama a tus enemigos ». Prójimo es cualquier otro ser humano, inclusive los de fuera del grupo, los que son tus enemigo, que te odian, los que te ofenden (Lc. 6, 27-35). En otras palabras, el valor para Jesús no es la solidaridad de grupo, sino la solidaridad humana.
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