En cierta ocasión se me ocurrió preguntarle a Dios:“¿Dios, has andado conmigo a lo largo de mi vida?...”Y Dios, como contestación, me hizo contemplar una playa muy larga… se veían muy juntas cuatro huellas…Adiviné en seguida que se trataba de sus huellas y las mías y que Dios había andado siempre a mi lado…En un momento dado,- ¡y yo sabía bien en qué mal momento!- un par de huellas desaparecía…Me dirigí a Dios y le reproché: “¿cómo es posible, Dios, que cuando yo peor lo estaba pasando, se te ocurriera abandonarme?...”Dios me contestó:“No te abandoné, hijo mío; ves sólo dos huellas porque en ese momento te tomé en mis brazos”.
(Autoría atribuida a la Madre Teresa de Calcuta)
Está oración acompaño mis primeros años de Consagrada y me alegra volverla a encontrar.Como telón de fondo de está Semana Santa Gracias
ResponderBorrarBellísima reflexión, en los momentos de mayor oscuridad y cuando más cerca estamos a él. Gracias
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