En el año Bicentenario, al evocar la figura del Padre Francisco Palau, en cada rincón de los cinco Continentes en donde se encuentra presente su Obra Fundacional: las Carmelitas Misioneras, agradecemos al Dios de la vida y de la historia, el legado de su mensaje.
Fue incansable escrutador de los signos de los tiempos, y activo creador de métodos y recursos pastorales, con claro sentido y predominio de lo carismático sobre lo estructural.
Herederas del espíritu misionero del Fundador, las Carmelitas misioneras en medio de la diversidad y riqueza de los pueblos en donde estamos presentes, sentimos el gozo de evangelizar y ser evangelizadas, de dar y de recibir, de entregarnos en la misión, y de acoger con esperanza el desafío de ser signos de comunión en la Iglesia.
"Iré donde la gloria de Dios me llame"
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