En el año 1630 –probablemente en un día del mes de mayo– una caravana de carretas, salida de Buenos Aires rumbo al norte, se detuvo en un paraje ubicado a unos dos kilómetros de la actual ciudad de Luján, a orillas de la Cañada de la Cruz. Al intentar reanudar su marcha al día siguiente, una de las carretas no se movía del lugar. Los bueyes parecían paralizados por una fuerza superior.
Al indagar sobre el contenido de los embalajes, los viajeros descubrieron dos cajoncitos que contenían sendas imágenes de la Virgen procedentes del Valle de Paraíba (San Pablo, Brasil), hoy conocidas como de Luján y de Sumampa. La primera representa a la Inmaculada Concepción y la segunda a la Madre de Dios con el Niño en brazos
Se hicieron varias pruebas con la carga hasta descubrir, que cuando bajaban el de la Inmaculada, la carreta se movía sin dificultad.
Fue entonces cuando en pleno territorio pampeano resonó una palabra que en siglos posteriores continuaría brotando de incontables corazones: ¡Milagro! ¡Milagro!
El evangelio de hoy, nos recuerda el momento en que Jesús desde la cruz, nos entrega a su Madre, y la respuesta del discipulo amado:"...y desde aquel momento, el discípulo la recibió como su Madre!" , que en nuestra vida cotidiana, acojamos con la mente y el corazón abiertos a María, que ella nos muestre el camino seguir a su Hijo, por caminos de justicia y fraternidad en nuestra Patria Argentina, Ella "desde Luján nos dice: ARGENTINA, CANTA Y CAMINA"
FELIZ DÍA DE LA VIRGEN DE LUJÁN!!!
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