Es hermoso compartir con ustedes noticias de familia. Este blog es visitado por muchas personas de América Latina y entre los visitantes, nuestros hermanos de México, por ello nos pareció bueno darles a conocer nuestra presencia en este bellísimo país, donde las CM fuimos cnvocadas por el Señor para llevar a cabo una misión.Tenemos dos comunidades allí, pero esta vez sólo hablaremos de una!!El 16 de febrero, dejábamos el Asilo con la pena de abandonar esta misión en la que todas las hermanas que pasaron por allí, se entregaron con generosidad y amor a cuidar estas abuelitas tan necesitadas de cariño y cercanía.
Y empezó la búsqueda y la espera, días que se prolongaron en medio de tensión y ansiedad, pero también con la confianza en el Señor de que encontraríamos al misión que Él nos tenía preparada.
Tocamos muchas puertas y algunas se nos abrieron pero no estaba en éstas, por la que debíamos entrar. Y cuando menos lo esperábamos, aparece Monseñor Salvador Rangel, Obispo de Huejutla, con la propuesta ansiada por nosotras: una comunidad indígena en Ixcatlán, gente sencilla, pobre, pero muy acogedora, abierta y necesitada de acompañamiento y orientación para una mejor vivencia de su fe.
Desde el momento en que hablamos con el señor Obispo y conocimos la comunidad, tuvimos la certeza y el gozo de que era allí donde el Señor nos necesitaba. Nos pusimos en contacto con nuestras superioras, quienes también intuyeron que era esa nuestra nueva presencia evangelizadora en México.
El día 8 de abril salimos de Querétaro con el equipaje, 10 horas después, estábamos descargando todo, con la colaboración de algunos de los señores de la población, quienes habían sido informados por el Párroco de nuestra llegada; como no disponíamos de lo necesario para permanecer allí, seguimos hasta Tantoyuca (hora y media más de viaje); estuvimos con la comunidad hasta el día 13, miércoles, cuando nos quedamos definitivamente en la nueva casa.
Este tiempo nos ha permitido vivir la magnífica experiencia de solidaridad de muchos hermanos: los padres carmelitas en la persona del Padre Provincial, Enrique Castro y los conventuales del Carmen en Querétaro, el Padre Enrique Ugalde, párroco de las hermanas en Candiles y de muchos laicos.
Esta es nuestra vivencia hasta ahora en Ixcatlán. Por voluntad del Señor Obispo, todavía se considera una experiencia, mientras se realiza la “fundación” de las Carmelitas Misioneras en la diócesis, la cual espera que no sea única, sino la primera de un “buen número”, pues hay muchas comunidades que no tienen quién las acompañe en su crecimiento la fe; esperamos que entre la juventud, bien numerosa por cierto, surjan vocaciones a la vida consagrada para que este deseo se vuelva realidad y crezca la presencia de la congregación en México.
Un abrazo fraterno, comunidad de Ixcatlán
(Fuente: Boletín de la Provincia de Medellín, Abril 2011)
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