Jóvenes, tengan
el coraje de decir que van a misa el domingo, porque tienen fe; que se
confiesan, porque creen en el perdón de los pecados; que estudian, porque
quieren superarse…
Pónganse los
anteojos de la fe. Tengan un poco más de fe en Dios, para que puedan ver que
este mundo es lindo, alegre y entretenido. Los animo a descubrir ese otro mundo
en donde haya más estudio, más deporte, más amistad, y en donde se traten entre
ustedes con franqueza…
La amistad es
de a dos, si abro mi corazón para contarte algo, espero que tú también hagas lo
mismo. Cuando hay dos corazones que se comunican surge la amistad. Y te animo a
que promuevas en primer lugar la amistad con Jesús, Él no te va a fallar, abre
tu corazón y cuéntale lo que quieras, y luego guardas silencio para escuchar la
respuesta. De esa amistad saldrá una persona libre, buena, optimista y valiente.
No estén
pendientes del sacerdote. Ustedes tengan la iniciativa de formar grupos de
voluntariado. Vayan a visitar a gente enferma, a niños que están abandonados,
organícense para hacer algún concurso de coros o un campeonato deportivo.
Fomenten esa amistad, que tiene que ver mucho con un corazón limpio
EL PAPA Y LOS
JÓVENES
El Papa reza
por ustedes. Para que te des cuenta que la oración es muy importante. Tal vez
no se dan cuenta, pero el Papa y el obispo rezan por ustedes. Porque al estar
aquí con ustedes quiero fomentar esa amistad, para tratar de conocerlos, de
comprenderlos y de que ustedes me conozcan. El asunto está en que ustedes
agarren la bandera y digan: vamos a ser parte de la Iglesia.
Que se sepa que
son católicos, no lo disimulen. El Papa le pide a la juventud de hoy que vivan
limpios, que forjen buenos hogares. Y el Santo Padre también les dice a los
jóvenes que necesitamos sacerdotes y religiosas.
ENEMIGOS DE LA
JUVENTUD
A ustedes les
ha tocado una época complicada, porque en el mundo de hoy hay enemigos de la
juventud. Ustedes creen que son libres, pero no lo son, porque en el mundo hay
fuerzas grandes que llevan droga, pornografía y sexo a todos los jóvenes.
Traten de ser
libres. No se corrompan. Quiero que sean felices, que formen un buen hogar. No
quiero que el día de mañana ninguna de ustedes tenga un aborto, quiero
ayudarlas para que eso no ocurra. Quiero que el día de mañana vayan a la
universidad y puedan ser los futuros líderes del arte, del deporte, de la
cultura, de la ingeniería, de la medicina.
Jesús será el
que les explique mejor. El Señor, que es bueno, espera mucho de ustedes, no lo
defrauden
(Cardenal Cipriani en Lima-Perú - Basado en aica.org)
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