Ciudad del Vaticano (Agencia
Fides) – Como de costumbre, la Agencia Fides publica al final del año la lista
de los agentes pastorales que han perdido la vida en modo violento durante los
últimos 12 meses. Según las
informaciones que tenemos, en el año 2012 han sido asesinados 12 agentes pastorales, casi todos sacerdotes, se trata de 10 sacerdotes, 1
religiosa, 1 laica.
Por cuarto año consecutivo, con
el mayor número de agentes pastorales asesinados, en primer lugar se encuentra
AMÉRICA, bañada por la sangre de seis sacerdotes. Le sigue ÁFRICA, donde fueron
asesinados tres sacerdotes y una religiosa. Después ASIA, donde encontraron la
muerte un sacerdote y una laica.
Como sucede desde hace tiempo, el
recuento de Fides no hace referencia sólo a los misioneros ad gentes en sentido
estricto, sino a todos los agentes pastorales muertos de forma violenta. Con
respecto a estos solo usamos el término “mártires” en su sentido etimológico de
“testigo”, para no entrar en mérito al juicio que la Iglesia podrá
eventualmente dar sobre algunos de ellos, y también por las pocas noticias que,
en la mayor parte de los casos, se logran recoger sobre su vida e incluso sobre
las circunstancias de su muerte.
La mayor parte de los agentes
pastorales asesinados en el 2012 ha perdido la vida a raíz de intentos de robo:
algunos sorprendieron a los ladrones en su casa y sus cuerpos fueron
encontrados con signos de haber sufrido tortura y crueldad. Otros fueron
atacados en la calle y despojados de todo
lo que tenían consigo o de su coche.
La Hermana Liliane Mapalayi, fue apuñalada hasta la muerte mientras se
encontraba en su puesto de trabajo en un instituto dirigido por su
congregación, donde era la ecónoma.
Don David Donis Barrera fue
agredido y apuñalado, después de un accidente leve, tras un altercado con los
ocupantes del otro coche. Don Anastasio Nsherenguzi fue asesinado por unos
jóvenes que estaban tratando de dividir durante una pelea. La laica Conchita
Francisco recibió varios disparos de frente a la Catedral de Bongao, en el sur
de Filipinas, donde se vive una gran tensión por la presencia de los rebeldes
musulmanes, piratas, terroristas y criminales.
Como escribe el Santo Padre
Benedicto XVI en el Motu Proprio “Porta fidei” con el que ha convocado el Año
de la fe que la Iglesia está celebrando, “Por la fe, hombres y mujeres han
consagrado su vida a Cristo, dejando todo para vivir en la sencillez evangélica
la obediencia, la pobreza y la castidad, signos concretos de la espera del
Señor que no tarda en llegar. Por la fe, muchos cristianos han promovido
acciones en favor de la justicia, para hacer concreta la palabra del Señor, que
ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un año de gracia para
todos. Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están escritos
en el libro de la vida, han confesado a lo largo de los siglos la belleza de
seguir al Señor Jesús allí donde se les llamaba a dar testimonio de su ser
cristianos: en la familia, la profesión, la vida pública y el desempeño de los
carismas y ministerios que se les confiaban”. (PF, 13)
Los Agentes pastorales asesinados
en el año 2012 no han realizado actos sensacionalistas, no se han puesto en el
centro de la atención de los medios de comunicación por proyectos o toma de
posiciones espectaculares, sino que
simplemente “han confesado la belleza de seguir al Señor Jesús donde
eran llamados a dar testimonio de sus ser cristianos”.
Ellos vivieron su fe en la
humildad de la vida cotidiana, especialmente en el contexto de la pobreza
humana y espiritual, la degradación, la violencia, donde el respeto por la vida
y la dignidad humana son valores que no se tienen en cuenta, tratando de llevar
en estos ambientes su testimonio de amor, de ese amor del Padre que Jesucristo
ha venido a mostrar.
El 26 de diciembre, el Papa
Benedicto XVI ha recordado en el Ángelus que el martirio del diácono Esteban
muestra que “el nacimiento del Hijo de Dios inauguró para la humanidad una
nueva era, la del amor. El amor hace caer las barreras entre las personas. Nos
hace hermanos...”. Después ha puesto bajo la intercesión de San Esteban a los
cristianos perseguidos, pidiendo y orando por ellos, invitando a “perseverar
sin temor en el testimonio de la fe”.
A este elenco provisional
redactado anualmente por la Agencia Fides, debe añadirse siempre la larga lista
de aquellas personas de las que quizás nunca se tendrá noticia, que en cada
ángulo del planeta sufren y pagan incluso con la vida su fe en Cristo, son esa
“nube de soldados desconocidos de la gran causa de Dios” como decía el Papa
Juan Pablo II.
APUNTES BIOGRÁFICOS Y
CIRCUNSTANCIAS DE LA MUERTE
La Agencia Fides agradece a todos
aquellos que quieran señalar actualizaciones o correcciones a esta lista o a la
de los años anteriores.
Don David Donis Barrera, de 70
años, párroco desde hace dos en la parroquia de la Sagrada Familia en Oratorio,
en la diócesis de Santa Rosa de Lima, en
Guatemala, fue asesinado el 27 de enero de 2012. Después de un leve accidente
de coche fue agredido y apuñalado por los ocupantes del otro coche. (Véase
Agencia Fides 07/02/2012)
Don Jenaro Aviña García, de 63
años, párroco de la parroquia de la Inmaculada Concepción en Atizapan de
Zaragoza, en la Archidiócesis de Tlalnepantla (México), fue asesinado en su
casa en la madrugada del 28 de enero de 2012. Según el informe policial, “el
sacerdote estaba en pijama y zapatillas de estar por casa, al parecer había
oído ruidos y abierto la puerta de la casa parroquial”. “La Iglesia local de
Tlalnepantla - dijo el arzobispo en su declaración – condena de forma absoluta
todos los actos de violencia que se producen, no sólo contra los católicos,
sino contra todas las personas, sin distinción de raza, idioma o religión” (
Véase Agencia Fides 03/02/2012)
Suor Liliane Mapalayi, de la
Congregación de las Hermanas de la Caridad de Jesús y María, fue asesinada a
puñaladas por un individuo el 2 de febrero de 2012 en Kananga, en Kasai
Occidental (RDC). La religiosa trabaja en un colegio dirigido por la
congregación, ocupándose de la contabilidad. Fue agredida alrededor de las 13
horas, cuando se encontraba en su oficina, de la escuela. Al oír un grito, el
Director de la escuela y una hermana corrieron a la oficina de la hermana
Liliane, quien falleció en sus brazos con un cuchillo de cocina clavado en el
corazón. ( Véase Agencia Fides 20/02/2012)
Don Anastasius Nsherenguzi,
sacerdote de la diócesis de Kayanga (Tanzania), de 43 años, resultó gravemente
herido el 6 de abril, Viernes Santo, y murió al día siguiente, 7 de abril,
después de unas horas de agonía sin revelar ningún detalle acerca de lo que
pasó. Después de efectuar la reconstrucción de los hechos, se dijo que el p.
Nsherenguzi regresaba a su casa desde Bushangaro, el área de la parroquia donde
había ido para una celebración religiosa. En el camino, se encontró con algunos
jóvenes que estaban peleándose, e intervino para evitar que el conflicto
degenerase, pero fue golpeado por uno de los jóvenes con una gran piedra, que
le provocó heridas mortales. ( Véase
Agencia Fides 14/4/2012)
Don Luigi Plebani, 62 años,
misionero italiano Fidei Donum fue asesinado en Brasil, en Rui Barbosa, Estado
de Bahía. El sacerdote fue encontrado ahorcado en su casa el domingo 29 de
abril de 2012. Se le esperaba para la celebración de la Misa pero al ver que no
llegaba, algunas de las mujeres de la misión fueron a buscarlo y se encontraron
con la dramática escena. Probablemente se trató de un robo degenerado
trágicamente: los asesinos habrían montado la escena de un suicidio. “Padre
Luis”, como lo llamaban en Brasil, donde vivía desde 1980, había recibido
amenazas de muerte en el pasado por parte de algunos presos que visitaba con
asiduidad en la cárcel local, probablemente por parte de bandas relacionadas
con el tráfico de drogas. ( Véase Agencia Fides 30/04/2012; 02/05/2012)
P. Valentim Eduardo Camale, de
los Misioneros de la Consolación (IMC), de 49 años, fue brutalmente asesinado
el 3 de mayo de 2012 durante un robo a la misión de Liqueleva
(Mozambique). El P. Valentim al ser
agredido por cuatro ladrones, que pretendían robar las pocas donaciones
recogidas para la escuela de niños dirigida por los misioneros, reaccionó
inmovilizando a uno de los bandidos, pero los otros tres se abalanzaron sobre
él golpeándolo hasta matarlo. Lo encontró en un charco de sangre al regresar
del trabajo pastoral un hermano de comunidad, lo trasladaron de urgencia al
hospital, pero murió en el camino. ( Véase Agencia Fides 04/05/2012)
Don Pablo Emilio Sánchez
Albarracin, de la diócesis de Cucuta (Colombia), fue agredido en su casa
parroquial de Santa María Madre de Dios en el municipio de los Patios en
Cucuta, en el norte de Colombia, durante un robo, la mañana del 8 de agosto de
2012. Los asesinos, probablemente descubiertos por el sacerdote, lo hirieron de
forma grave. Fue transportado al hospital donde murió el 11 de agosto, después
de tres días de agonía.
Padre Elie Gergi al-Makdessi, de
la Orden Libanesa Maronita, fue asesinado durante un intento de robo. Su cuerpo
sin vida fue encontrado el 25 de agosto de 2012 en la carretera marítima
de Naameh, a 10 km al sur de Beirut. La
muerte fue causada por asfixia y ahogamiento. Nacido en 1962, era Mónaco de la
Orden Libanesa Maronita, y vivía en un monasterio del pueblo de Bhersaf.
El sacerdote Teodoro Mariscal
Rivas, de 45 años, fue encontrado muerto asesinado en su casa, en el suburbio
de Santa Fe. Estaba encargado del cuidado pastoral de la iglesia de Santa
Cecilia, que se encuentra dentro del territorio de la parroquia del Santo Niño
de la Salud, en el distrito de Mochicahui hacia la parte central del Golfo de
California, México. Don Rivas fue encontrado en la mañana del 20 de septiembre
de 2012, atado de manos y pies, con una bolsa en la cabeza que le había causado
la asfixia. El asesinato tuvo lugar entre el 18 y el 19 de septiembre. Entre
las cosas de valor que desaparecieron se encontraba el coche. (Véase Agencia
Fides 25/09/2012)
P. Bruno Raharison, sacerdote
jesuita (SJ) de nacionalidad malgache, tesorero de la congregación Juan XXIII
de Mahamasina (Madagascar), fue asesinado el domingo, 30 de septiembre de 2012,
durante un robo en la calle. El coche del religioso se descubrió el 30 de
septiembre, aparcado en la carretera estatal 2 que conduce de Antananarivo a
Tamatave, cerca de la ciudad de Carion. Al ser alertada la policía, estableció
un servicio de vigilancia. Al día siguiente fue detenido un joven que trataba de
recuperar el coche y llevado a la comisaría de policía. Después de un barrido
de la zona, el 2 de octubre se encontró el cuerpo del p. Bruno, a 400 metros
del lugar donde estaba su coche. El sacerdote fue apuñalado varias veces con un
arma blanca en la espalda, el pecho y la cabeza( Véase Agencia Fides 4/10/2012)
La laica católica Conchita
Francisco, 62 años, agente pastoral, viuda y
madre de dos hijos, fue asesinada a tiros por hombres no identificados
en frente de la catedral católica de Bongao, en la provincia filipina de
Tawi-Tawi, en el sur del archipiélago, el 13 de noviembre de 2012. La mujer
acababa de salir de la iglesia, donde cada día conducía el rezo del Rosario y
participaba en la Santa Misa. Conchita, llamada “Ching”, era un pilar en las actividades
pastorales de la Iglesia local. Hace diez años su marido también fue asesinado.
Era presidente de la escuela de segundo grado en el campus de la “Mindanao
State University” (MSU) en Bongao y, según fuentes locales, el asesinato podría
estar relacionado con las cuestiones de su trabajo en la estructura. (Véase
Agencia Fides 16/11/2012)
D. Eduardo Teixeira, sacerdote
brasileño, de 35 años, fue asesinado en la tarde del Domingo, 16 de diciembre
de 2012, en la localidad de Novo Hamburgo (estado de Rio Grande do Sul),
Brasil, durante un robo. D. Teixeira y otro sacerdote estaban parados en un
semáforo cuando dos ladrones se les acercaron. Los dos sacerdotes se vieron
obligados a seguir a los delincuentes hasta un parque y, después de entregarles
su billetera, el p. Eduardo recibió al menos dos disparos de arma de fuego al
intentar volver al coche. D. Teixeira, sacerdote desde hacía tres años, era
párroco de Santa Terezinha de Campo Bom, y había sido nombrado recientemente
párroco de la Parroquia de San Jorge, en el barrio de Campina. ( Véase Agencia
Fides 19/12/2012)
(FUENTE: fides.org)
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