“…Creer
no es, ni puede ser, saberse de carretilla una serie de formulas y seguir
viviendo como si esas formulas no significasen nada. La fe no es una cosa que
se acepta, sino un estilo de vida que se vive. Los creyentes no son los que
aceptan teóricamente veinticinco dogmas, sino los que viven en consonancia con
esos dogmas que dicen creer. La fe no es algo que se tiene, como se tiene un
reloj en la pulsera o un televisor en el salón de la casa. La fe es algo que se
es. Y por eso no deberíamos decir: yo tengo un traje gris, sino decir: yo soy
creyente, como decimos, yo soy hombre, o yo soy hijo de mis padres, algo tan
sustancial con nosotros mismos que no podríamos
perder sin dejar de ser lo que
somos.
La
fe lógicamente, tiene que tener sus consecuencias. Debe ser una determinada
manera de ver el mundo, una determinada manera de vivir, de pensar, de amar”.
(Fuente: J.L. Martín Descalzo)
Comparto plenamente. Hermosa reflexión. Bendiciones!
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