La Misión Juvenil de Villa Castelli no sólo fue posible gracias a los jóvenes que trabajaron y participaron de la misma, sino también por adultos como Miguel y Norma, un matrimonio jujeño que viene participando de estas misiones y que con su testimonio dan un toque especial a las comunidades misioneras de jóvenes que las carmelitas misioneras acompañamos cada verano. Agradecemos al Señor por ellos, por su disponibilidad, por sus sacrificios, por sus palabras de aliento, consejos y buena disposición con los jóvenes. Aquí compartimos su testimonio, dejémonos sorprender por la experiencia misionera de este matrimonio.
Queridos hermanos de parte de
Norma y Miguel, queremos compartir con ustedes, nuestra hermosa experiencia de
Dios, fue nuestra cuarta misión y por supuesto agradecidos de sobremanera
a María del Carmen que fue quien nos invito “fue un instrumento
de Dios en nuestras vidas”.
Las reuniones mensuales para
preparar cada misión son muy importantes, es reflexionar la Palabra y hacerla
vida, es darnos fuerzas para no decaer.
Este año en Villa Castelli, La
Rioja agradecemos al Señor en poder llegar a cada familia que nos abría su
corazón, sus vidas, compartir sus alegrías, sus tristezas que en algunos
casos fueron muy impactantes pero con la
alegría de saber que podíamos ser oídos atentos para todos y guiados por el Espíritu
Santo podíamos dar una palabra de esperanza, de consuelo fue también sentirnos instrumentos del amor de
Dios llevando la Buena Nueva que siempre nos interpela, nos cuestiona, nos da
las respuestas que
necesitamos para la vida. Fueron 3 días muy intensos de misión
y con muchas ganas de continuar.
Luego vinieron 2 días, de retiro
para los jóvenes en el cual nos sentimos muy útiles al servicio del Señor
porque formábamos parte del equipo de apoyo, atentos a las necesidades de los
coordinadores o para quien lo necesitaba. Se vio y se sintió a los jóvenes que
tuvieron su encuentro personal, con Cristo que llego hasta nosotros y nos hizo
emocionar hasta las lágrimas, se prepararon temas muy fuertes pero centrales de
nuestra FE.
Por cierto a mí, Norma me toco
preparar el tema “Mara Intercesora” fue remover, recordar cosas, hechos y
acontecimientos de mi familia que me emocionaron, pero que también trata de
sanar viejas heridas, creo como a todos.
Esta misión como las otras son un
regalo de Dios y la Virgen para nosotros como esposos porque nutre y fortalece
nuestro matrimonio por supuesto con el acompañamiento de nuestros hijos, Bruno,
Noelia, Agustina, Miguel y Facundo, también de mi nuera Carina y mis nietos
Miguel y Rosario, tuvimos un gran apoyo de todos.
Volviendo al grupo de misión, nos
queda decir que todos pusieron lo mejor de cada uno para engrandecer el Reino
de Dios, con el apoyo de la hermana Carolina que siempre tiene una palabra en
el momento oportuno. Gracias.
Norma y Miguel desean de corazón
que los jóvenes sigan trabajando y formando comunidades de fe y oración
contagiando a otros jóvenes para continuar con la misión.
Lo saludamos en el amor de Dios y
la Virgen hasta la próxima Misión…
NORMA Y MIGUEL.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
DEJANOS TU COMENTARIO