“No sé si pueda servirte,
no sé si pueda
ayudarte…
pero ten siempre presente
que mis manos voy a darte”
Shelahani, (Él me ha enviado) “ire donde la gloria de Dios me envíe”. Es una palabra que he aprendido e incorporado, no solo en mi
vocabulario sino también en mi corazón.
Este
año Dios nos envió a misionar Villa
Castelli – La Rioja, con el lema ¿cuál
es tu rumbo?, la verdad que cada misión tiene algo especial, pero esta
para mí fue súper especial, debido a que
el grupo misionero de Jujuy, asumió
organizarla, les puedo asegurar que no
fue nada fácil, había que estar en cada detalle… eso fue mucho trabajo pero
cada cosa que pasamos en la previa a la misión valió la pena, porque todo fue obra de Dios, porque él ya lo tenía planeado todo.
La misión duró del 5 al 12 de enero, dentro
de estos días visitamos a las familias, hicimos
encuentros con los niños, jóvenes y adultos, y luego realizamos un retiro de jóvenes de 14
a 17 años. Las visitas a los hogares, el compartir con las familias, el
escuchar, el anunciar que Dios nos ama a cada uno y siempre está
tocando las
puertas de nuestro corazón, todo esto es
hermoso no hay palabra que puedan describir la felicidad que Dios nos regala.
El retiro fue una propuesta muy loca la
verdad cuando estábamos preparándolo se nos venían muchas dudas,
pero sin embargo seguimos adelante… llegó el día, era el momento de empezar, habían 13 jóvenes
que fueron a vivir el retiro, todos estábamos
ansiosos, yo tenía sentimientos encontrados tenía una gran felicidad pero al mismo tiempo temía no poder dar todo
de mi, en ese preciso momento
tomando mi cruz entre mis manos dije, “Señor
que se haga en mi tu voluntad, Señor que yo solo sea un instrumento para llevar
tu mensaje”.
El retiro fue todo un desafío para mi, porque solo había participado en la parte
organizativa en uno solo, así que sabía de mis limitaciones que eran muchas, además
por mi personalidad había cosas que estaba segura que no podría hacer, pero Dios se tomo muy en serio mis palabras,
y me hizo hacer cosas que jamás me hubiera
ni siquiera imaginado. En esos momentos podía ser testigo de cómo Dios obraba
en cada uno de nosotros, y de la entrega plena de cada uno de los/as
misioneros/as, de la predisposición de
los/as chicos/as que participaban, la de sus padres y familiares.
Estoy segura que los misioneros también vivimos el retiro a full porque cada mensaje,
testimonio, que se compartía era abrirle el corazón a Dios y a nuestros
hermanos en Cristo, en medio de
todo, lloramos, reímos, hubo abrazos,
palabras de aliento, agradecimientos, etc.,
pero sobre todo la certeza de que Dios vive y nos ama a cada uno con
nuestra virtudes y limitaciones, y que coloca a nuestro lado a personas que nos
aman y que nos acompañan en nuestros caminos…
Solo queda por decir gracias a Dios, los/as
misioneros/as y a cada una de sus comunidades,
hna Carolina Soria, a la comunidad de Villa Castelli, padre Miguel Sosa,
y a todos los que nos acompañaron con sus oraciones, y también a la comunidad
parroquial Medalla Milagrosa y a tantos
que nos apoyaron.
La misión ¿cuál es tu rumbo? 2015, solo fue
una obra más que Dios realizó…como muchas otras que va realizando en cada uno
de nosotros, yo ahora puedo decir que mi
respuesta es “Shelahani”.
Natalia Cabezas (Petu)
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