1.
Bienaventuradas las consagradas que saben bien de quién se han fiado y
buscan apasionadamente a Dios sin treguas.
2.-
Bienaventuradas las consagradas que
buscando a Dios de corazón se han encontrado necesariamente con los pobres
y se han dejado evangelizar por ellos.
3- Bienaventuradas las
consagradas que en un mundo dividido y crispado apuestan firmemente por la
fraternidad y hacen del Reino de Dios su preocupación primera como lo era
de Jesús.
4.-
Bienaventuradas las consagradas que no
renuncian a su libertad y mantienen
en alto su dignidad sin dejarse
condicionar por nada ni por nadie que no sea la voluntad de Dios en sus
vidas o el sufrimiento de los más pequeños.
5.-
Bienaventuradas las consagradas que
cultivan una espiritualidad encarnada y comprometida y no dan rodeos
para llegar pronto al templo.
6.-
Bienaventuradas las consagradas que han hecho de la comunión una auténtica
tarea y no desmayan tendiendo puentes y trazando caminos.
7.- Bienaventuradas
las consagradas que han decidido construir en la vida, en la calle y entre
la gente su mejor santuario, porque tienen vocación samaritana.
8.-
Bienaventuradas las consagradas que se saben convocadas al presente, a
este día que tiene su propio afán y no viven empeñadas en mirar al pasado y en
descalificar permanentemente la modernidad.
9.-
Bienaventuradas las consagradas que quieren participar gozosamente en el
concierto divino que anuncia la justicia para todos, la paz y la integridad
de la creación.
10.-
Bienaventuradas las consagradas que hacen de sus carismas una mano tendida
en nombre de Dios a la humanidad y procuran hacer visible en la vida
cotidiana el Rostro materno del Dios de la Vida, PORQUE ELLAS
VERÁN A DIOS.
Gloria al
Padre….
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