Francisco Palau es un profeta de nuestros días. Por donde
pasa despierta a seguir a Jesús. Su rostro duro, iluminado y suavizado por la
gracia, es llamada. El Sí incondicional que dio a Dios es una palabra clara del
mismo Dios para muchos. Una fidelidad a Dios, puesta a prueba en las revueltas
y persecuciones que le tocó vivir, y una entrega apostólica total a los
hermanos fueron los cauces de que se sirvió para expresar su vocación como
carmelita. Su vida nos recuerda la de Jesús; su poder de convocatoria, el que
tenía el Maestro, a cuyo paso los hombres y mujeres, dejándolo todo lo seguían.
Hoy, nuestra hermana María Eugenia Hall nuevamente ha
renovado su consagración a Dios en el Carmelo misionero, familia heredera de
una riquísima espiritualidad que supo ser savia nueva en Francisco Palau,
nuestro padre Fundador.
La celebración Eucarística se llevó a cabo en el
Santuario del Cristo de Reducción, el día en que culminaba el Encuentro de
nuestros 3 colegios en la Casa de Retiros de dicho lugar.
Presidió la misa el Pbro Daniel Gallardo, párroco del
Santuario, y estuvieron presentes docentes y hermanas venidas de diferentes
comunidades. La profesión se realizó en manos de nuestra superiora provincial
Hna Virginia Peñalva.
Damos gracias a Dios por el renovado sí de Maru y pedimos
al Señor por su fidelidad y perseverancia, por gracia de Dios.
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