Todos mueren en esta vida, pero no todos la viven realmente.
Vivir realmente la vida es haber cumplido la misión a la que hemos sido
enviados cada uno de nosotros. Todos tenemos una misión que cumplir. ¿Lo
sabías, verdad?
Hoy celebramos el martirio de San Juan Bautista (Mc 6,14-29), quien
proclamó la verdad y la venida de Jesucristo. No tuvo reparos en echarle en
cara al mismo rey Herodes su conducta inmoral. Por eso fue encarcelado, porque
esa verdad era dolorosa.
Sin embargo, es extraño que Herodes no matase inmediatamente
al Bautista. Sentía por Juan respeto y admiración. Sólo el miedo a quedar mal
ante los invitados le llevó a ordenar un crimen como aquél.
Todo esto nos puede servir para examinar nuestra coherencia.
Somos cristianos bautizados, pero,
¿alguna vez lo hemos escondido? ¿nos da
vergüenza serlo ante "ciertos invitados"? La misión del cristiano de
hoy es dar testimonio de su fe. Debe anunciar la verdad del Evangelio a pesar
de sentirse en minoría. Por eso hacen falta muchos como Juan el Bautista,
dispuestos a dar la vida por defender la verdad. Defender la verdad puede ser
salir en favor del Papa ante un ataque que escuchemos, o negarse, como médico,
a eliminar la vida de un feto. Defender la verdad es oponerse al relativismo y
escribir en los periódicos, si fuera necesario, cuando se ataquen los
principios cristianos. (Fuente: catholic.net)
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