Ayer, en su provincia natal y frente a unos 30.000
feligreses consagraron a "Mamá Antula"
SANTIAGO DEL ESTERO.- Todo era conmovedor ayer: Rosa Vergara
sostenía una imagen de Mama Antula. Su nieta de siete años, que padece una
severa enfermedad respiratoria, está internada en terapia intensiva. Pero, hay
esperanzas, según cuenta. "Desde que le rezo a mi «Antulita» mi nietita va
mejorando. Hace unas semanas los médicos no nos daban esperanza y ahora va
mejorando. Ella es mi santita", decía minutos antes de que en plazoleta
Monseñor Gerardo Sueldo dentro del Parque Francisco de Aguirre de esta ciudad,
empezara la ceremonia para beatificar a María Antonia de Paz y Figueroa,
popularmente conocida como Mama Antula.
Vergara era una de los 30.000 fieles que ayer desde temprano
se acercaron a la plazoleta para asistir a la ceremonia. "Yo sé que mi
Antulita me la va a curar. Ella es muy milagrosa", repetía mientras las
bombas de estruendo anuncian la llegada de las imágenes al escenario, que
funcionaba como altar.
Desde anteayer, la ciudad vibra con la fe de los feligreses,
que ocuparon el ciento por ciento de las plazas hoteleras. Ya ese día, se
empezó a sentir lo que sería la celebración de ayer. Hubo una vigilia, en la
que no faltaron las chacareras y las danzas típicas.
A las 7 de ayer,
las campanas de la catedral empezaron a
repicar junto con una salva de bombas que preludiaban el fervor de los fieles.
"¡Que viva Cristo!", cantaban, mientras las
imágenes de Nuestro Señor de los Milagros de Mailin, de las vírgenes de Loreto,
de la Consolación de Sumampa y la de Huachana, y la del Cura Brochero -que será
canonizado el 16 de octubre próximo- llegaban al escenario dispuesto en la
plazoleta.
Allí, entre los 30.000 fieles, estaba la vicepresidenta
Gabriela Michetti. "Estoy feliz de estar aquí porque Mama Antula es una
persona muy especial para mí y la conozco hace mucho tiempo por las palabras de
mis directores espirituales".
Michetti, de conocida militancia católica, formó parte de la
celebración. De hecho, subió al escenario para leer la carta del apóstol Pablo
a los cristianos de Tesalónica.
A poco de que comenzara la misa, el obispo de la diócesis de
Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic, leyó el pedido formal para que
Mama Antula fuese incluida en el libro de los beatos. De fondo, los fieles, que
agitaban pañuelos, gritaban: "¡Viva Mama Antula beata!" Así saludaban
a quien podría convertirse en la primera santa del país. (Héctor Valdivielso
Sáez y Brochero, son los hasta el momento dos únicos santos argentinos).
Andrea Coronel estaba entre la muchedumbre, junto a su
hermana y su madre. "Como mujer, como peregrina, como mariana y como
santiagueña estoy muy emocionada, feliz y orgullosa que desde esta tierra le
demos al país y al mundo una beata y una futura santa".
Como testigos de la celebración estaban el arzobispo de
Buenos Aires, monseñor Mario Poli; el titular de la Conferencia Espiscopal
Argentina, José María Arancedo, y otros 50 obispos de todo el país. En la
primera fila, la gobernadora de la provincia, Claudia Ledesma de Zamora,
acompañaba a Michetti y al senador Gerardo Zamora.
"MI SEGUNDA
MADRE"
Cuando Maximiliano Rodríguez tenía nueve años, en 2003,
sufrió un grave accidente automovilístico que lo dejó en coma durante nueve
días. Según decían en ese momento, el chico parecía no tener esperanza alguna
de sobrevivir. Su madre, desesperada, recibió un regalo: una vecina le dio una
estampita de Mama Antula. Entonces, decidida, la mujer le rezó. Nueve días
después su hijo, contra todos los pronósticos, abrió los ojos y lo primero que
hizo fue señalar y pedir que le acercaran la imagen de la ahora beata.
"Para mí, Mama Antula es mi segunda madre. He pasado
tiempo postrado después del accidente y junto a los médicos y kinesiólogos ella
me ayudó a volver a caminar. Es una alegría inmensa saber que la van a
beatificar. No paso un día sin que le rece y le pida por todos", contó
Rodríguez a LA NACION.
A su lado, su madre no pudo esconder las lágrimas cuando el
cardenal italiano Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de
los Santos, leyó una carta del papa Francisco que decía: "Nosotros,
cumpliendo los deseos de nuestro hermanos y también de muchos otros hermanos y
fieles, después de haber escuchado el parecer de la Congregación para la Causa
de los Santos, concedemos la gracia de que María Antonia, sea llamada beata de
ahora en adelante, y que su fiesta sea celebrada el 7 de marzo".
Como cierre, monseñor Bokalic señaló: "¡Qué lindo que
suena «beata Mama Antula», de Santiago del Estero, hacia el país y al mundo. Es
de la patria, de la Iglesia y para el mundo también".
(Sitio: La Nación)
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