2a Renovación de Votos de Hna Lourdes (15 de Julio de 2018)

Hna Lourdes Pera hizo su segunda renovación de votos el día 15 de julio en Bogotá (Colombia) durante la Eucaristía Celebrada por el padre Alberto Klein, svd, oriundo de Argentina. Estuvieron presentes hnas de la casa provincial y su comunidad del Juniorado Intensivo.

Aunque por fuera pronunciaba mi segunda renovación, en manos de Hna Angela Gómez, por dentro en el corazón le pedía la gracia al Señor de que sea un Sí para siempre; sé que es fácil decirlo, pero es todo un desafío vivirlo cada día, por eso consciente de mi debilidad y pobreza presenté al Señor durante la ofrenda un símbolo donde quería expresar la Gracia que me sostiene en este camino poniendo en sus manos la tierra que soy y el proceso de formación que voy llevando, por eso quise representar con tres banderas: una de Argentina lugar al cual pertenezco y agradezco a mis hermanas por todo el apoyo y esfuerzo que me brindan cada día con su oración y su trabajo silencioso por el bien de la Iglesia, la bandera de Perú donde recordaba rostros concretos del pueblo que han  marcado mi camino y la de Colombia como signo del presente, de la riqueza que me llevo, pues se me ha ensanchando el corazón este tiempo vivido y por último puse una plantita donde quise mostrar el don de la fraternidad, donde él me ha llamado a vivir el carisma de comunión y desde allí me impulsa a la misión.

Por eso fue un día especial, cargado del cariño de las hermanas y de los detalles fraternos desde la oración de la mañana, hasta la Eucaristía donde sentí el abrazo misericordioso del Señor y desde su Palabra que una vez más me invitaba a seguirlo confiando en su providencia.

La Eucaristía fue un momento muy emotivo, porque celebró el Padre Alberto Klein, Verbita, oriundo de Misiones mi tierra colorada donde en su homilía recordó que hace 11 años nos conocimos cuando me dio la confirmación y hoy nuevamente nos volvíamos a encontrar en otro lugar, pero desde el mismo camino del seguimiento al Señor, eso me ayudó a confirmar como el Señor a través de mi historia ha estado siempre presente, buscándome, animándome y se ha valido de instrumentos para llegar a mi corazón y esto me hace reflexionar de qué no sólo tenía que confirmar mi fe como aquella vez, sino que ahora en mi presente estoy invitada a algo más a corresponder con mi vida este amor que sobrepasa en medio de mis limitaciones y debilidades dándole a conocer desde lo que soy, sin muchos pretextos sino desde la simpleza de la vida.

Al final brindamos y celebramos el don vocacional recibido del Señor.