Nuestra Misión Juvenil CM 2019 ha concluido y con ella
hemos sentido un nuevo impulso para comenzar a prepararnos para el próximo año.
Hemos regresado a nuestros lugares de destino cargados de esperanza, ilusión,
sueños y nuevos desafíos.
Calingasta ha sido lugar epifánico, el Señor se nos ha
manifestado en los hogares que hemos visitados, y de manera muy especial en los
jóvenes.
El tiempo transcurrido allí fue oportunidad para crecer,
madurar en la fe, reflexionar, mirarnos dentro, a lo profundo del corazón y
también para dejarnos enseñar y encontrar por el Cristo que nos esperaba en ese
pueblo.
Los misioneros venidos de diferentes puntos del país,
hemos regresado a nuestro hogares con un compromiso el de volver a Calingasta para misionar junto al grupo de jóvenes que el
Señor está suscitando después de éstos días de evangelización.
Damos gracias al Señor por los rostros nuevos, por la vida compartida y entregada, por los nuevos amigos, por los espacios de oración, fraternidad y reflexión que nos permitieron dar pasos hacia un nuevo crecimiento espiritual.
También agradecemos a nuestras hermanas de la demarcación
que hayan permitido la participación de la mayor cantidad de hermanas posibles durante los 8 días de misión,
eso ha significado un esfuerzo de todas, la ayuda, el sentido de familia y pertenencia,
de alguna manera todas hermos estado presentes en San Juan porque el aporte de
cada una ha sido importante y significativo.
Por último agradecemos al Padre Daniel, párroco de
Calingasta que nos ha acompañado y apoyado todo el tiempo de la misión, las
Eucaristías celebradas, los mates y momentos compartidos, todo ha sido posible
gracias a Dios que ha sido el gran protagonista.
Finalmente gracias a todos uds, nuestras hermanas y amigos del blog que nos animan
diariamente, nos apoyan y sostienen con sus oraciones.
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