La cuaresma es un tiempo para vivir desde el “más
profundo centro”, allí dónde se llega por medio del silencio. Un silencio que
no es una mera ausencia de palabras, sino presencia de la Palabra. San Juan de
la Cruz contemplando la Cruz, fue aprendiendo, que el lenguaje del callado amor
es el que más agrada a Dios. Porque Jesús se hizo silencio en la cruz, pero un
silencio que es más elocuente que las palabras.
En esta cuaresma cultivá el silencio y aprendé ese
lenguaje que más agrada a Dios…
Muy linda reflexión, lo tomo para mis aportes en mi página
ResponderBorrar