Maestros orientales sobre “la oración del corazón”

Los padres orientales dicen:

- “La oración nace de la concentración más que de cualquier otra cosa y es de esto de lo que conviene preocuparse” (Filocalia II, 24)
- “La concentración es indispensable para la oración, así como la mecha par la vela”(Ib., 102)
- “La mente custodia al corazón durante la oración y se recoge dentro de ella sin alejarse nunca; desde lo profundo del corazón eleva oraciones a Dios”(Simón el Nuevo Teólogo, Sermón 68)
- “La práctica de la oración del corazón puede desarrollarse de dos formas diferentes. A veces la mente actúa en principio adhiriéndose a Dios por el recuerdo incesante de su presencia; por el contrario, a veces con el ardor de la alegría, es la acción misma de la oración la que atrae la mente hacia la intimidad del corazón y la impele a invocar al Señor Jesús y a permanecer en perenne adoración ante él” (Gregorio el Sinaíta)
- “El uso de los remos es superfluo cuando el viento hinche el velamen de una embarcación…Si ves que la oración interior actúa en ti y no cesa de brotar espontáneamente desde tu corazón, no la dejes de lado para echar mano al libro de oraciones…”(Gregorio el Sinaíta)
- “Si durante la noche o durante el día el Señor te hiciese experimentar una oración pura e íntima, deja a un lado tus reglas para orar y con todas tus fuerzas trata de adherirte a Dios nuestro Señor, y él iluminará tu corazón en esta acción del Espíritu”(Abbá Filemón)
- “Lo primero que hay que hacer para aprender a rezar es entender que se es muy ignorante en la oración”(Abbá Isaac)
- “Es necesario descender del cerebro al corazón” (Teófano el Recluso)
- “En el corazón está la vida y es propiamente allí donde debemos procurar vivir” (Teófano el Recluso)
- “Si quieres adquirir la verdadera oración, persevera con fuerza en la oración y Dios, viendo tu buena voluntad, te dará el don de la verdadera oración” (San Macario)
- “Lo principal es estar con la mente en el corazón, frente a Dios”( Teófano el Recluso)
- “Con tu inteligencia conocerás muchas cosas sobre Dios, pero a través de tu corazón es como lo alcanzarás”(Teófano el Recluso)