Hoy celebramos el día de los abuelos, cada 26 de julio la
Iglesia recuerda a los abuelos de Jesús San Joaquín y Sta Ana y oramos por los
propios, para pedir por sus intenciones, necesidades y por el eterno descanso
de aquellos que ya nos preceden en el cielo.
Hoy queremos proponerles pensar en aquellos que han sido
llamados a la presencia del Señor, pero que misteriosamente aún están entre nosotros
Memoria de mis abuelos
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Los abuelos no se han ido, aún perduran en muchos lugares y tiempos prolongados, habitando nuestras memorias y afectos…
No se han ido, allí están, hasta hay veces en las que nos salen
al encuentro para animarnos en la soledad, nos recuerdan momentos tiernos en
los que nos enseñaron a amar, a rezar, a
esperar, a perdonar…
Se hacen presentes en los encuentros familiares, cada uno
tiene algo hermoso que contar, son insuperables, nadie ocupa su lugar, hasta el punto que es su
ausencia física la que nos empuja a traerlos al centro de nuestras charlas para
que el gustito a unión familiar empiece a percibirse en medio nuestro.
Hoy están, se han hecho presentes, roban sonrisas, su
recuerdo nos enternece y nos invitan a imitarlos en sus estilos de cocina, de
llevar la conversación… sus palabras, giros, dichos, consejos y refranes se nos
hacen encontradizos a la hora de dirigirnos a las nuevas generaciones, -“esto
me decía mi abuelo, mi abuela…”
Y hoy somos los nietos quienes los queremos honrar,
celebramos su día y queremos ponerlos al centro de la reflexión, dar gracias a
Dios por haberlos puesto en nuestro camino, por hacerlos nuestros maestros de
sabiduría.
Descansen en paz, queridos abuelos, la familia sigue fiel
a sus enseñanzas, hacemos lo mejor que
podemos para que la sangre heredada
honre sus memorias siendo
constructores de un mañana mejor.
¡Hasta pronto! el día menos pensado nos volveremos a
encontrar…
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