El 20 de marzo de 1872, mientras amanecía en Tarragona (España), el Señor llamaba a su presencia a Francisco Palau y Quer quien contaba sólo con 61 años de edad…tenía muchos planes y proyectos, y la muerte lo encontró de sorpresa, alguien le escuchó decir antes de morir: “¡Dios mío! ¡me has cambiado la suerte!”.
Hoy
damos gracias al Señor por lo que significa su vida para nosotros, su aporte a
la Iglesia es muy importante, como instrumento de Dios supo salir al encuentro
de todas las necesidades que se le presentaban y daba una respuesta creativa y rezada,
en consonancia con la voluntad de Dios. Muchos lamentaron su partida dado que
fue un buen sacerdote, director espiritual, fundador, exorcista, periodista,
catequista, profeta, místico, taumaturgo…
Hacé click en el siguiente enlace para que le pidas que interceda por tus intenciones, podés hacer un Triduo o una Novena.
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