Nos encontramos todos en el balneario, punto de
partida de nuestra peregrinación, y desde allí comenzamos el trayecto hacia la
parroquia. Los alumnos del colegio Santa Teresita nos esperaban con alegría,
mientras los demás estudiantes formaban un cordón de oración y apoyo, acompañando
a la imagen en su camino.
Antes de llegar a la parroquia, hicimos una parada
especial en el hogar de ancianos y en el hospital, donde celebramos una
bendición especial con la imagen de Santa Mama Antula, pidiendo por salud, paz
y protección para todos los presentes. Fue un momento de cercanía y esperanza.
Al llegar a la parroquia, la emoción creció aún más.
El Padre realizó la bendición en el lugar donde la imagen de Santa Mama Antula
permanecería, en el retablo, un espacio sagrado que la recibía con todo el amor
de nuestra comunidad. Para cerrar este acto tan significativo, escuchamos las
palabras de Jorge Baya Casal, descendiente de la sexta generación la santa,
quien compartió su testimonio y su conexión con la historia y el legado de
Santa Mama Antula.
Fue un día lleno de fe, historia y mucha emoción. Un día que reafirmó nuestra devoción a Santa Mama Antula y nos recordó la importancia de mantener viva la memoria de quienes, como ella, han dedicado su vida al servicio de los demás.
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