"Nos ha llamado nuestro Señor y Salvador a la soledad, por pura gracia para hablarnos allí al corazón en un clima de intimidad personal. Él se comunica a sus amigos y les revela sus secretos en el retiro del aposento, y no en público...
Como nuestro Señor, que subía a la soledad del monte para entregarse a la oración, y del cual bajaba cuando tenía que predicar al pueblo, o manifestar sus obras, también hoy, muchos cristianos siguiendo su ejemplo, dedican un tiempo de su vida para subir al monte a orar... y luego bajan para sembrar a manos llenas lo que antes habían segado sosegadamente con la hoz de la contemplación"
Acompañamos con nuestra oración a las hermanas que empezaron hoy su retiro espiritual. ¡Que estos sean días de gracia y de profundo encuentro con el Señor!
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