Hoy recordamos un año más del martirio de este pastor de la Iglesia salvadoreña y de América Latina.
En el Evangelio Jesús animó en varias ocasiones a entregar la vida por los hermanos, a rechazar la injusticia y luchar por la dignidad de cada ser humano.
Oscar Romero, después de un proceso de conversión opta por Jesús y su Evangelio de liberación. Podríamos decir que vivió su última cuaresma haciendo realidad algunos textos bíblicos que empujan los corazones nobles a vivir según Dios:
“El ayuno que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tiranía…” (Is 58, 6)
El discípulo de Cristo se compromete con el Maestro hasta las últimas consecuencias consciente de que su destino puede ser el mismo que tuvo el Señor: la muerte injusta!
"Desde ya ofrezco mi sangre por la redención y resurrección de El Salvador... Que mi sangre sea semilla de libertad" (Oscar A Romero)
Los invitamos a orar en este día por todos los mártires actuales, por aquellos que diciendo la verdad son estorbo para muchos. Cuántos cristianos están dando su vida y permanecen en el anonimato. La sangre de nuestros hermanos clama al cielo y Dios riega la tierra con una lluvia de bendiciones porque al fin de cuentas "la Verdad simpre triunfa".
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