“Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo,
Israel, alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén… El Señor tu Dios, en
medio de ti es un poderoso salvador” (Sof 3, 14.17) La liturgia aplica hoy a la Virgen
las palabras proféticas de Sofonías. Ella es la Hija de Sión (LG 52) invitada
al regocijo, porque Dios se ha hecho singularmente presente a Ella encarnándose
en su seno virginal. El arca de la Alianza, la tienda de la Reunión, el Templo
de Jerusalén donde el Altísimo se hacía presente a su pueblo, se esfuman ante
esta Virgen humilde convertida en Arca y Templo vivo del que la ha creado. Por
medio suyo el Hijo de Dios es
el Salvador poderoso que viene a visitar y
redimir a su pueblo, a iluminarlo y dirigir sus pasos por el camino de la paz.
(Lc 1, 68.79)
La primera visita de Jesús
a los hombres se realiza, en efecto, por medio de María, la cual, luego de la
anunciación, “fue a prisa a la montaña” (Lc 1,39) para encontrarse con su
anciana prima cuya maternidad extraordinaria le había revelado el ángel. La
Virgen comienza así su misión de portadora de Cristo al mundo, y la comienza a
prisa, sin demorase, movida por un impulso interior que la pone en camino hacia
la humanidad en espera y tan necesitada del Salvador. Las molestias de un viaje
a una región montañosa no la arredran; su dignidad de madre de Dios no la
retiene, antes la estimula, porque intuye que su maternidad divina se ordena a
la salvación del mundo.
Un día irá Jesús personalmente a encontrar al
Bautista a las riberas del Jordán y Él, Hijo de Dios, pedirá ser bautizado por
el Precursor, criatura suya. María anticipa esta actitud humilde de su Hijo, y
ella, Madre de Dios, va a encontrar a la
madre del Bautista, un gran hombre, pero simple hombre al fin. Y va a
visitarla, no para ser servida por su dignidad, sino para servirla, tomando
ante ella como ante Dios, la actitud de humilde “esclava”. Jesús, viviente en
María, y llevado por ella, la guía por el camino de la humildad y del servicio,
que Él mismo recorrerá e indicará a los hombres y mujeres de su tiempo.
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