a) – Con
niños y adolescentes entre 4 a 16 años
Los grupos
de la IAM se forman con niños, niñas y adolescentes católicos entre 4 a 16 años
interesados en ser miembros activos de esta Obra.
Considerando sus características psicológicas
y evolutivas se agrupan por edades, según el criterio del animador y la
realidad de la comunidad, teniendo en cuenta el segmento de edad de 4 a 12 años
como infancia y de 13 a 16 años como adolescencia, atentos a respetar las
diferentes características, necesidades e intereses de estas dos realidades.
b) - A la
manera de los Doce Apóstoles
Cada grupo
se organiza con 12 miembros, a ejemplo de los 12 Apóstoles con Jesús, reuniéndose
una vez por semana para escuchar a su Maestro, ser sus amigos, seguirlo y hacer
más amigos para Él.
Cada grupo
puede elegir un nombre misionero que lo identifique (se acostumbra los nombres
de santos misioneros, que sirven de ejemplo a los niños y adolescentes).
Algunos también eligen su patrono y sus compromisos concretos (además de los
propios de la IAM).
c) – Con
Encuentros semanales
En la IAM
no hablamos de “reuniones”, son “encuentros”: con el Señor y con los
hermanos.
Como los
Apóstoles que, antes de ir a la misión, se encontraban con Jesús para
escucharlo, entender su mensaje y comprometerse con Él; de la misma manera, los
niños y adolescentes se encuentran cada semana para hacerse amigos, discípulos
y apóstoles de Jesús.
d) -
Viviendo la “Escuela con Jesús”
Los
encuentros semanales siguen un proceso formativo progresivo que responde a las
características de la misma pedagogía con la que Jesús formaba a sus Apóstoles.
Es un proceso cíclico. Un camino con cuatros pasos:
Primera paso: Catequesis Misionera: es
un momento para escuchar, profundizar la Palabra, y comprender la misión de
Jesús, la de la Iglesia y la personal.
Segundo paso: Espiritualidad Misionera:
es un espacio para el trato personal con Jesús en la oración, necesario para
poder vivir la Palabra, renovando el corazón y la vida, asumiendo los
sentimientos, estilo de vida y opciones misionera de Él.
Tercer paso: Servicio Misionero: es un
tiempo para poner en práctica la Palabra, dando a conocer a Jesús, realizando
servicios misioneros en el propio ambiente y
cooperando
en la misión universal.
Cuarto paso: Comunión Misionera: busca
crear la conciencia de comunidad, a través de los lazos de amistad y amor
evangélico, que fortalece al grupo, los ayuda a crecer, sintiéndose parte de la
comunidad eclesial, para proyectarse más allá de las fronteras.
e) - Con
actividades en cada Encuentro
Teniendo en
cuenta el paso de la “Escuela con Jesús” que se está viviendo, en general en
cada encuentro, los niños y adolescentes: se encuentran con Jesús, escuchan su
Palabra, comparten la oración con
sentido universal, aprenden sobre la misión, comparten las experiencias e
iniciativas misioneras, asumen y revisan compromisos misioneros cada semana,
completan su cuaderno, se motivan a través de cantos y juegos, crecen en el
espíritu fraterno.
f) - Con la
ayuda de un “niño o niña guía”
Cada niño y
adolescente de la IAM es protagonista de la tarea misionera y de su grupo.
Pero puede
elegirse un niño o una niña que colabore especialmente con el animador para
ayudarlo, por ejemplo, a preparar y guiar el encuentro, acompañar el
cumplimiento de los compromisos de los demás niños, orar por los integrantes
del grupo, estar atento a los niños que faltan, etc. Se puede proponer un guía
cada 6 meses o que permanezca todo el año.
Es
conveniente que la elección del niño o niña guía sea entre todos, niños y
animadores, destacándose sobre todo las características de responsabilidad y
actitud misionera del mismo. También se pueden asignar otras tareas dentro del
grupo, como secretaría, tesorería, armado del altar misionero, oraciones,
animación, etc., que también pueden ser rotativas.
g) – Con un
“cuaderno misionero”
Cada niño y
adolescente de la IAM lleva su “cuaderno misionero”, en el que irá anotando los
temas, realiza las actividades propuestas en los mismos, hace sus dibujos o
ilustraciones, escribe sus compromisos misioneros, sus oraciones, etc.
El cuaderno
misionero será revisado con frecuencia por el animador, como medio para
realizar el acompañamiento misionero necesario de cada niño y adolescente de su
grupo.
f) -
Realizando su cooperación misionera universal
Al vivir la
Escuela con Jesús, los niños y adolescentes de la IAM se forman con mentalidad
y criterios misioneros, fundamentalmente por la unión personal que van
alcanzando con Cristo; y que se traduce en gestos concretos de servicio y
compromiso misionero por los hermanos.
En la IAM,
la Cooperación Misionera de vive de muchas y diversas maneras a través de sus
tres formas: espiritual, material y con servicios misioneros; proponiéndose
tres elementos centrales dentro de los grupos, que le son muy propios y característicos:
el rezo del Rosario Misionero, el aporte en la Alcancía IAM y la realización de
servicios misioneros concretos.
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