Mensaje de Mons. Lozano para el día de la Primavera
El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, saludó a
los estudiantes en vísperas del Día de la Primavera, y les recordó que “están
en un momento de la vida en que sienten tener toda la libertad junta. Bajo el
mismo cielo y con la misma energía, son tiempos de decisiones importantes”.
“Algunas opciones que tomes pueden ser definitivas, otras
tal vez cambien con los años. Aquellas elecciones más importantes seguramente
estarán ligadas a tus valores y anhelos más profundos. No te dejes llevar por
caprichos o simplemente tener ganas de algo. Fijate en quiénes te necesitan más
y escuchá en tu corazón la voz de Jesús”, sugirió.
El prelado sostuvo que “en estos días cercanos a la
Primavera se sale más con amigos, se organizan fiestas y paseos. La vida es un
regalo maravilloso”, por lo que recomendó: “Cuidala en vos y en los demás”.
“Para los jóvenes cristianos la alegría es un signo de la
presencia de Jesús en el corazón. Sos testigo de ese amor en todos lados. La fe
no es una remera o un uniforme que se viste según la ocasión. Es una amistad
con Jesús que se vive siempre; con zapatos y corbata, con jeans y zapatillas;
en el colegio y la facultad, en la plaza o la Parroquia; en casa y con los
amigos. Eso es ser santos”, indicó.
Monseñor Lozano dijo “algunas cosas a modo de pedido”:
A los jóvenes estudiantes: estudien. Aprovechen este tiempo
para conocer, capacitarse, prepararse. Aprendan también a valorarse mutuamente
y forjar lazos fuertes de amistad.
A los jóvenes universitarios: a la hora de estudiar no
piense cada uno nada más que en sí mismo o la nota de un examen. Tengan en
cuenta a las personas a las que servirán en el futuro. La sociedad necesita
profesionales capaces y solidarios.
A los jóvenes trabajadores: sepan que colaboran en la obra creadora
de Dios. Sean honestos con lo que hacen y participen en la búsqueda del bien
común.
A los jóvenes esposos y papás: vivan la alegría del amor que
los une. Eduquen a sus hijos en el gozo de la fe y enséñenles a rezar. Que
sepan compartir con Jesús penas y alegrías desde chiquitos.
A los que están sin trabajo y dejaron la escuela: busquen
relacionarse con amistades positivas que los alienten a seguir buscando caminos
de auténtico desarrollo. No se cansen de abrazar la esperanza.
A todos: recen y confíen en Dios. Él quiere acercarse a tu
corazón, a tu vida, no para sacarte nada sino porque te ama de verdad.
“Muchas veces cuando te miro, trato de imaginar lo que te
está pasando y rezo por vos. Te mando un abrazo que te aliente en aquellos
sueños hermosos que Dios siembra en tu corazón”, concluyó.+
(Fuente: aica.org)
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