Queridos amigos, aquí les presentamos otro testimonio de los misioneros de Villa Castelli, esta vez se trata de Gabi Chorolque, dejemos que su experiencia nos siga hablando del Dios que amamos y anunciamos!!!
Cuando me
pidieron que relatara en palabras lo que he vivido no sabía si podría hacerlo,
porque sé que verbalmente es más fácil pero escribirlo es algo desafiante,
porque no sé si alcanzarán las palabras para declarar que el amor que sentí
estos días fue 100% de parte de Dios.
Cuando recibí la
invitación de poder ser partícipe de la Misión VILLA CASTELLI- LA RIOJA 2015
fue algo para no creer porque todo sucedió tan de repente, de un simple
comentario que hice ante quien sería una de las organizadoras de esta Misión (cosas de Dios). En los días antes del gran
viaje recibí el apoyo de mucha gente especial para mí que me acompañaron desde
donde podían hacerlo, desde una pequeña sonrisa, abrazo y consejo que sabrían
que me serviría. Llegando a la misa de envió cada vez no podía creer que estaba
a punto de realizar una de las cosas que Dios puso en mi camino, no caía aun de
lo importante que sería esta Misión en mi vida y lo mucho que marcaría en
mí.
Principalmente a todos los integrantes que también estarían con migo en La
Rioja yo no los conocía en su mayoría, solo a 5 de ellos, me llenaba de miedo
por no saber que sentiría estando tan lejos de mi familia en un lugar
desconocido sin noción alguna de lo que debería realizar, en si no sabía nada
estaba totalmente confundida. Pero de algo si estaba segura, que estaba
llevando con migo una gran mochila de cargas que hasta ahora no había vaciado
porque de una u otra forma siempre volvía a llenarla y esos pesares los lleve
bien marcados en mí, el viaje fue solo para seguir pensando en eso en que
decisiones debo tomar y todo lo malo que sé que podría venir después del viaje.
Al llegar y ver
a unos cuantos chicos de Villa Castelli felices de esperarnos aún estaba algo lejos de la situación,
tuvimos un compartir entre todos pero la verdad tenia recelo de poder compartir
algo con quienes en ese momento eran todos desconocidos.
Si bien el
inicio de todo esto fue una pequeña convivencia sabía que debería poner todo lo
mejor de mí para dejarme llenar de las cosas que Dios había preparado para mí. Me
sentía como una vasija vacía en su totalidad pero que estaba dispuesta a
dejarme llenar.
En el inicio de la misio aún seguía
sintiéndome tan ajena a ello porque hace tanto que no tocaba una puerta para
hablar de quien muchos hoy en día ignoran, de
DIOS, y si en la primera casa no salió todo lo que pude decir, a partir
de la segunda deje llenarme del Espíritu Santo porque por dentro anhelaba
compartir lo que yo tenía que decir y escuchar lo que la gente, que tan
amablemente nos abría sus puertas, quería contarnos; desde ese momento entendí
que tenía mucho para dar. Si bien al principio ni una sonrisa regalaba, con cada
paso que fui dando lo acompañaba una
gran sonrisa de felicidad con la intención de transmitir lo que causaba en mí
el estar en ese momento dar testimonio de Jesucristo vivo.
Las horas
pasaban de una manera impresionante porque antes de lo esperado ya estábamos
organizando los encuentros de niños con quien, en esta ocasión, debería
acompañar al grupo de misioneros encargados del Área NIÑOS. Las cosas se daban
a medida que el Señor disponía, tanto el entusiasmo por cantar bailar sin
vergüenza el darse por completo para transmitir confianza y felicidad a los niños
que empezaban a asistir con la intención de divertirse y entretenerse por menos
de dos horas. Empecé a sacar lo que había escondido en mí, lo que ya hace tanto
había dejado de lado por muchas circunstancias de la vida cotidiana, pero al
presentarse esta oportunidad volvió a nacer en mí el amor a los niños y al
Señor. No podía estar bien si no empezaba de a poco a descargar esa gran
mochila que tenía, por lo que tuve la oportunidad de reconciliarme con Cristo en
manos del Padre Miguel quien por su disponibilidad tuve las palabras precisas
para orientarme y no dejarme seguir hundiendo en un vaso de agua. Cada cosa que
pasaba en esos días fue marcándome tanto a nivel espiritual como en lo personal
porque tome responsabilidades que no esperaba tener en esta Misión.
A medida que
iban creciendo mis intereses junto a la
fortaleza y que disminuían mis miedos conocí a gente que tuvo una gran
participación en lo que hoy es para mí la mejor experiencia que pude haber
vivido. Entre quienes son jujeños y riojanos, allí todos éramos una sola
comunidad cuyo interés era acrecentar el amor de Dios a través de la Misión y
de una de las partes más importante de
todo este viaje, EL RETIRO. Digo una de las partes más importante sin sacar lo que fue la
MISION en sí, pero si hablo con la
verdad, el retiro fue quien me dio un golpe en la cabeza para decirme lo que
Dios hace tanto me venía diciendo y yo no quería escuchar.. ¿VES? ¿TE DAS
CUANTA CUANTO TE AMO Y NO DEJO DE AMARTE?
Uy. .que contar
de esta parte.. No tengo palabras para contar lo que causo en mí, recordar cada
momento vivido en el retiro me hacen salir lágrimas de mis ojos por tantas
emociones encontradas en tan pocos días, pero días que fueron esenciales importantes
y tan decisivos para mí. Decisivos en el sentido de responder al lema que nos acompañó
en toda la misio, ¿CUAL ES TU RUMBO?,¿ CUAL ES MI RUMBO?
Forme parte del
equipo que se encargaba del retiro, por lo que también tuve un tema para
compartir con aquellos que formaban parte de esto. La sorpresa que me di al estar compartiendo
con un grupo de chicas que se encontraban en situaciones diferentes con tan marcadas
realidades que ellas y yo teníamos. Estuve compartiendo con un grupo de 4
chicas que me contaban todo de ellas sin importarles que compartían su historia
de vida con una completa extraña, que al mismo tiempo no sabía que decir o que
palabras usar para que en ella se pudiera encender la luz que tenían dentro y
hace tanto no lo encendían, si bien por tanta oscuridad y por aquella sensación
de soledad que manifestaban y por ello demostraban no poder hacerlo, pero con
las canciónes de DEJAME NACER DE NUEVO, MIL CONSEJOS Y LA NIÑA DE TUS OJOS y el
dejarse abrazar por las palabras que de a poco los misioneros encargados de la
misión les daban fue para ellas y para mi claves para sentir como Dios curaba
de a poco ese corazón lastimado por las circunstancias de la vida.
Si en un
principio no era consiente de todo lo que me estaba pasando y como cambiaba en mi
todo lo que experimentaba crecía en mí este sentimiento de amor y entrega que
tanto tenía en mi bien guardado. No pude ocultar las lágrimas que salían de mí
y eran tan propios de ese momento, las sonrisas que me regalaban y hacían que
salieran de mí. No sé qué decir de ese momento porque los llevo bien guardados
en mi memoria. Solo sé que no tuve más miedo ni un tantito de timidez o de pena
el gritar a los cuatro vientos QUE VIVA CRISTO porque era él quien actuaba en
mí y en cada persona que me permitió acercarme a ellos y vivir esta
experiencia.
Si todos estaba
como una gran mezcla de ideas cosas y sentimientos, al finalizar con la misión
el retiro y el fogón compartido con la gente de allí me hicieron sentir que la
mochila que en ese entonces estaba tan
pesada ahora esta tan vacía de dificultades y llenas de las cosas de
Dios.
Si me pregunto
una vez mas cual es mi rumbo mi respuesta es obrar y entregarme a las manos de
Dios para hacer lo que quiera que haga, ser fiel servidora y estar siempre
predispuesta a conceder con lo deseos de Dios; luchar por gritar siempre cuanto lo amo
defendiendo lo que él es en mi vida, MI TODO.
Como esta
experiencia vivida no hay dos o no se repite la misma sé que si Dios quiere que
vuelva a experimentar algo parecido estaré presente para
decir SI MI DIOS, AQUÍ ESTOY. Entonces mi deseo no es que se repita lo vivido,
sino que espero que Dios me vuelva a incluir en sus planes y que con gracia
divina pueda nuevamente decir que si a su llamado.
Hoy puedo reafirmar
que el amor de Dios es maravilloso y grande porque sin importar el pasado
siempre nos está llamando para darnos ese abrazo, esa mirada de ternura y esa
caricia de amor que solo podemos tener si nos permitimos sentirlo de la manera
menos esperada.
Estoy infinitamente
agradecida por haber sido participe de esta Misión La Rioja- Jujuy 2015,
agradecida de los coordinadores o encargados de la Misión, del equipo en general, de mi familia y por sobre
todo de Dios Nuestro Señor.
Por:
Gabriela C. Chorolque
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